El coronavirus provocará una fuerte caída del Producto Interno Bruto (PIB) de México. Por el momento es inútil tratar de aventurar una cifra.Puede ser 4%, como indica Credit Suisse o más grande, pero no sabemos, ¿cómo saber de qué tamaño será el cráter, si no ha caído el meteorito?En la medida en que ignoramos el tamaño del golpe, no podemos decir si bastará con los 180 mil millones de pesos que el Congreso aprobó para hacer frente a la emergencia sanitaria y económica. Cuánto costarán los cuidados médicos dependerá de la duración de la emergencia sanitaria, del número de enfermos y del esfuerzo que se haga para detectarlos.El costo de la emergencia económica es, quizá, más complicado de calcular. ¿Cuánto quiere intervenir el gobierno? ¿Habrá rescate de empresas... grandes, medianas o chicas? ¿Qué mecanismos utilizará? ¿Cómo se reducirá la pérdida de empleos? En relación con la mitigación del impacto social, ¿qué apoyos habrá para los trabajadores? ¿Qué tratamiento se dará a los 32 millones de personas que trabajan en la informalidad?En casi todo el mundo se están haciendo preguntas similares. Francia propone apoyos para el pago de luz, gas y renta o hipoteca de algunos trabajadores. Canadá ofrece a las pymes el pago de tres meses de sueldos de sus empleados y para los trabajadores independientes, 900 dólares quincenales garantizados. Trump quiere repartir 200 mil millones de dólares en efectivo a cientos de miles de personas físicas y otorgar 250 mil millones de dólares a grandes empresas.En América Latina, Chile ofrece un total de dos mil millones de dólares de apoyos para trabajadores que fueron cesados. Colombia postergará el cobro del IVA a negocios pequeños y otorgará apoyos para el pago de créditos a hogares y pymes.En México, los empresarios piden al gobierno acelerar el pago a proveedores de Pemex y CFE y apresurar las devoluciones pendientes del IVA.Además, retoman el tema de la depreciación acelerada de las inversiones y un sueldo de subsistencia para los trabajadores que pierdan su empleo. Al pliego petitorio de los empresarios le faltan referencias a los compromisos que asumen con los grupos más vulnerables. Dónde está la solidaridad creativa, a la que se refiere Salvador Camarena.Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no ha entrado de lleno al tema, pero deberá hacerlo pronto porque el escenario económico se ha descompuesto de forma muy acelerada. Sus primeros comentarios indican que aún no asume que viene una crisis económica muy fuerte. En la Convención Bancaria habló de condiciones inmejorables para el crecimiento y dio por hecho que México estaba blindado, gracias a las reservas de divisas del Banxico, el Fondo de Estabilización y el manejo de las finanzas públicas.¿Qué medidas se tomarán en materia económica? El presidente parece empeñado en mantener la hoja de ruta que trazó para 2020, a pesar de la tormenta, el mar alebrestado y la fragilidad de la embarcación. En todos los países petroleros hay un recorte de los planes de las empresas del sector. En México, AMLO mantiene su sueño de lograr que Pemex sea lo que nunca fue. A la luz de las nuevas circunstancias, la obsesión del presidente por Pemex hará muy difícil dotar de recursos a muchos sectores y grupos que están amenazados por la crisis del coronavirus: hoteles y restaurantes, por ejemplo. El presidente no quiere salvar a los grandes empresarios y tiene razón. La intervención pública se justifica para evitar el efecto dominó. El cierre de una empresa grande arrastra a proveedores y trabajadores y produce una espiral de miseria. Una situación extraordinaria requiere medidas extraordinarias, ¿cómo se repartirán los costos de la caída del PIB? ¿Qué se puede hacer para proteger a los más vulnerables?