Para Toño Antiguo y venerable pueblo, de una riqueza histórica que aún tiene mucho por enseñar, le da el nombre también a un cerro y, por supuesto a la jurisdicción del mismo nombre, misma que sí ha tenido variaciones importantes hasta que quedó definido como municipio del Estado de Jalisco.Hay varios trabajos que abonan en el conocimiento de su pasado, pero hay todavía información disponible para mucho más.Lo que quiero decir es que el prestigio de Tlajomulco es grande y muy antiguo y merece una situación mucho mejor que la que tiene.En reciente visita, dado que estamos en época electoral, me alarmó que uno de los candidatos basara su campaña haciendo un llamado a la continuidad, cuando es evidente que la entrega irrestricta para que actuaran fuera de control ciertos desarrolladores de fraccionamientos, sumamente voraces y carentes de escrúpulos, dio pie a los problemas mayores que padece el otrora tranquilo ámbito tlajomulquense.Estiraron, como decían las abuelas, más el brazo que la manga con el agua y ahora escasea; se construyó sin el más mínimo respeto a la armonía y los servicios de transporte son un desastre; la falta de organización ha derivado en problemas graves de inseguridad. Resulta sospechoso que los municipios más inseguros estén gobernados por el mismo partido. No hablemos de sacar la basura, iluminar las calles, ofrecer la mínima escolaridad necesaria. Menos aún del estado de calles y caminos y, lo que resulta peor, el estado de ánimo de la población.El crecimiento irregular y desastrado que se prohijó ha roto con la cohesión emocional de la ciudadanía que no se reconoce a sí misma. Dicho de otra manera: la noción de identidad anda por los suelos.Uno se pregunta ¿es tal la situación que pretende perpetuar el candidato de marras a presidente municipal? Se trata de mejorar la situación de la gente a la que aspira gobernar o de quedar bien con un candidato a gobernador.Podríamos decir que andar pregonando que las cosas están bien y hay que preservarlas, cuando la situación es verdaderamente dramática y reclama una transformación a fondo, no creo que favorezca ni al jefe al que lambisconea, ni al equipo que encabeza para gobernar.Me da la sensación de que dicho candidato habla por hablar, simplemente, pero no conoce en verdad la situación que prevalece en ese territorio entrañable de Jalisco, ni su verdadera condición.Desde mi rincón del mundo, pero con el anhelo de que a Tlajomulco le vaya mejor, me permito lanzar el reclamo de que este municipio merece mucho más y mejor forma de vida. Pero, eso sí: sin dejar de ser como es. (jm@pgc-sa.com)