De acuerdo con los últimos datos del INEGI, la tasa anual de crecimiento del PIB del primer trimestre de 2019 fue de apenas 0.1%, es el más bajo desde 2009, año en que México sufrió la profunda caída económica por el efecto de la crisis subprime de los Estados Unidos, sumada a la epidemia de H1N1 en nuestro país.Además, el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) de marzo de 2019 se contrajo (-) 0.6%, la primera caída en diez años, producto de que 12 de los principales 20 componentes del PIB tuvieron un crecimiento nulo o negativo.Tal es el caso de la construcción, que cayó (-) 2.7% respecto a marzo del 2018. Sin embargo, un dato a analizar con profundidad es que según los datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la cartera total de crédito puente creció 15% de marzo de 2018 a 2019.El crédito puente es el producto financiero con el que las empresas constructoras y desarrolladoras se fondean para realizar la obra de construcción que comercializarán en el mercado. Se denomina “puente” pues por lo general son créditos a corto plazo (3 a 5 años), con el cual un proyecto se financia mientras se van realizando las ventas del mismo (vivienda, oficina o comercial). En marzo de 2019 la cartera total de crédito puente en México fue de 83 mil 782 millones de pesos, de los cuales 58 mil 818 millones de pesos son crédito puente para vivienda y 24 mil 964 millones crédito para inmuebles comerciales.En otras palabras, se contrajo la construcción, pero no así el financiamiento de la banca privada para invertir en proyectos. Resultan datos contradictorios, que requieren de datos y respuestas a preguntas como ¿De qué tamaño será la caída de la construcción en el sector público? ¿En dónde, en qué estados, se está invirtiendo la cartera de crédito puente? ¿Qué tipo de proyectos de construcción se están financiando? Habrá que ahondar en estas incógnitas para tener una estrategia clara que nos permita revertir la caída del primer trimestre.