Las comunidades wixárikas de San Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan de Bolaños han emprendido una de las movilizaciones indígenas más fuertes y relevantes de los últimos años en Jalisco y en el país.Todas las comunidades del pueblo wixárika tienen diversos problemas, pero secularmente el conflicto por la defensa de su territorio y bienes comunes ha estado en el centro de sus luchas. Por eso, los wixaritari nunca han dejado de resistir y luchar por sus derechos y justicia.Pero el 29 de abril proclamaron un desafío mayor al Estado mexicano ante la ausencia del Estado de derecho en su territorio. Ese día, las autoridades comunales y agrarias, a nombre de la asamblea comunitaria, exigieron al Gobierno federal resolver de una vez por todas la restitución de 10 mil hectáreas de sus tierras invadidas por ganaderos de Nayarit, en la zona de Huajimic.Como se sabe, estas comunidades wixárikas tienen ganados varios juicios donde los Tribunales Agrarios han sentenciado la restitución de sus tierras, sin embargo dichas sentencias han quedado sin efecto por los amagos de violencia de los invasores nayaritas, apoyados tradicionalmente por el Gobierno de Nayarit.Ante esta situación, en el pronunciamiento de las comunidades de San Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan de Bolaños emplazaron al Presidente Enrique Peña Nieto a asistir a su asamblea comunitaria en los siguientes 10 días.Además de emplazar al titular del Ejecutivo federal para asistir a su asamblea el 10 de mayo, la autoridad comunitaria decretó la cancelación de todas las actividades electorales en su territorio y el impedimento para que candidatos y partidos ingresen a sus tierras. Para cumplir con ese mandato, se instalaron cuatro casetas de vigilancia con presencia de unos mil wixaritari.Ubaldo Valdez, vocero de la Caseta de Vigilancia de Mesa del Tirador, expresó con elocuencia esta decisión política: “Ya no le vamos a regalar más votos al sistema político que tenemos en México, puesto que todos los mexicanos ya no nos sentimos representados, tenemos un Estado fallido, tenemos la ausencia del Estado de derecho y creo que no nada más los wixaritari, estamos sufriendo estos vacíos jurídicos del Estado mexicano”.Con el usual racismo y falta de respeto de los gobernantes mexicanos hacia los pueblos originarios, Peña Nieto desatendió el llamado para asistir a la asamblea comunitaria.Ante esto, en la misma asamblea las comunidades wixárikas anunciaron un segundo momento de su protesta: el cierre de los planteles educativos y centros de salud; y al mismo tiempo advirtieron que llevarían su reclamo a instancias internacionales.Hablamos de un conflicto político social y político de gran envergadura, que podría agravarse de continuar la desatención del Estado.Basta un poco de voluntad política para que el Gobierno desactive y resuelva el conflicto. Las mismas autoridades de San Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan de Bolaños propusieron la salida: que a través del Programa de Atención a Conflictos Sociales en el Medio Rural (Cosomer) indemnizar a los ganaderos nayaritas para recuperar sus tierras invadidas. Entre tanto, estas comunidades huicholas, gozan de un privilegio: no tener partidos ni actividades electorales en sus pueblos.