Desde la Legislatura local pasada que se hizo todo un proceso de parlamento abierto para tratar de mejorar el Sistema Estatal Anticorrupción y evolucionarlo a un modelo 2.0, expertos en el tema y las y los legisladores concluyeron que uno de los puntos clave para inhibir los negocios ilegales en las compras gubernamentales era mejorar el funcionamiento de los comités de adquisiciones en el sector público, ya que era evidente que pese a la participación de representantes sociales y empresariales, no se estaba logrando erradicar las corruptelas que encarecían los servicios, la calidad y la eficiencia de los gobiernos.Desgraciadamente todo quedó en una simulación más porque las y los diputados de la Legislatura pasada nunca aprobaron las reformas en los términos acordados con los ciudadanos especializados en el tema y distintas organizaciones anticorrupción que entregaron en vano muchas horas de su tiempo libre, para un beneficio social que nunca se logró.Por eso es de suma importancia el ejercicio, nuevamente de parlamento abierto, que se inició la semana pasada en el Congreso, luego de que la actual Legislatura aceptó revisar y debatir sobre la operación actual de los comités de adquisiciones a petición de la Coparmex Jalisco, la Cámara de Comercio de Guadalajara, el Consejo de Desarrollo Agropecuario y el Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco. Esta iniciativa surgió luego de versiones encontradas en la iniciativa privada. Primero se propaló que soterradamente, algunas cúpulas empresariales estaban promoviendo la salida de sus representantes de estos comités a petición del propio Gobierno estatal, lo que, aseguraban, había provocado algunas divisiones internas en estas organizaciones empresariales.Lo que quedó claro después es que quienes hicieron circular esa historia son los que se oponen a reformar este sistema porque han desvirtuado su papel como representantes empresariales en los comités de adquisiciones para lejos de ser vigilantes y denunciar las irregularidades, se han hecho cómplices y parte de ellas.Por eso el planteamiento y petición central del empresariado al Congreso es, efectivamente, la salida de las cámaras empresariales de los comités de adquisiciones, ya que aún con el hecho de que la gran mayoría de sus representantes actúan de buena fe, no tienen el tiempo ni muchas veces, la especialidad para hacer una revisión a fondo de los procesos de compra. A cambio proponen trabajar en la creación de una plataforma que dé cuenta en tiempo real de las compras y los proveedores, a la que tengan acceso universidades, expertos y organismos ciudadanos.Esta propuesta luce más que razonable si tomamos en cuenta que actualmente las cúpulas empresariales envían a representantes a más de 200 comités de dependencias oficiales, en los que no tienen mayoría y no fungen como contrapeso. Además de que es imposible llevar un control de la dinámica y papel que juegan en cada uno de ellos, en muchos de los cuales son sólo comparsas.Desde luego, esta apuesta que acaba con muchos enjuagues ilegales ha encontrado resistencias en algunas corrientes al interior de las cúpulas, en las propias autoridades e incluso entre algunos diputados y diputadas. Por eso habrá que estar muy atentos a lo que venga en la discusión de esta iniciativa que podría ayudar, de aprobarse, a acabar con una muy grande fuente de corrupción, en tiempos que nuestro Sistema Estatal Anticorrupción no da nada de qué hablar.jbarrera4r@gmail.com
