Imagínate que el hubiera sí existe, y que por una apertura accidental del multiverso, las sedes del Mundial de Futbol de 2026 son las de este año. Y entonces, para 2022 Estados Unidos, México y Canadá le abren la puerta a la fiesta global de ver a Neymar caerse. ¿Felicidad absoluta?Imagínense a los turistas preguntar por qué en los cruces de las avenidas Chapultepec y Niños Héroes la glorieta está repleta de carteles de búsqueda, por qué un día histórico sí y el otro también, el primer cuadro de Guadalajara y la casa del gobernador son sedes de protestas y gritos de ayuda, y por qué se escuchan balazos con cierta regularidad en las principales calles y avenidas de Guadalajara.Aunque toda autoridad afirma, sostiene y defiende que su Estado no está invadido de crimen organizado, que en tu colonia los asaltos eran cosa del PRI y como el PRI ya cambió la champaña por agüita de la llave eso ya no existe, y que todo marcha bien porque cada martes, jueves y domingo son días históricos, la realidad es que hay mucho por atenderse para que una Entidad como Jalisco se atreva a invitar a la comunidad internacional a pisar su tapete de bienvenida.Porque Jalisco, lo sabe el mundo entero, sí atraviesa por una grave crisis de inseguridad que ha superado las instalaciones de su Servicio Médico Forense, sí afronta un problema de desapariciones que ha destrozado la vida de miles de personas y sí tiene prioridades mucho más importantes que comenzar a celebrar por los 270 minutos de futbol internacional que ya se confirmaron.Es cierto que Jalisco es un Estado bellísimo, que tiene playa, sierra y bosque y que goza de una más que atractiva oferta culinaria con tortas ahogadas, carne en su jugo y caldito de espinazo del mercado de Santa Tere. Pero al hablar de inseguridad y control de grupos criminales, la tierra del tequila y el mariachi sí pasa por uno de sus momentos más complicados.Así que, por supuesto que la inversión en obra pública que eventualmente acompañará a este anuncio mundialista lucirá de maravilla para que no solamente los turistas, sino quienes aquí vivimos podamos circular por vialidades dignas, bien iluminadas, seguras y, sobre todo, que no se inunden.Aunque en materia de seguridad, no sólo los discursos triunfalistas bastan. Hay muchísima tarea operativa por delante para que se note que es el Estado quien tiene el control, y no los grupos armados que operan al margen de la ley.También es cierto que restan cuatro años para que eso ocurra, pero siempre es un buen momento para recordar a las autoridades que deben trabajar para preservar el Estado de Derecho que ellas mismas protestaron cumplir y hacer cumplir.Y por lo que a la comunidad en general respecta, toca encender alertas y vigilar que no se asome esa horrible tentación de contratar más deuda para ponerle una alfombra roja a la FIFA, y que a ninguna otra autoridad se le ocurran políticas elitistas y discriminatorias como los carriles de circulación exclusivos de los Juegos Panamericanos de 2011.Y, por encima de todo, que este anuncio mundialista venga acompañado de la mejor de las noticias: que tres partidos de futbol les den a los jaliscienses un verdadero motivo de celebración que deje atrás esta oscura etapa de violencia y de autoridades indolentes que a muchos nos impiden celebrar, a cuatro años del próximo Mundial.Porque celebrar por celebrar es lo más sencillo; hacer lo que toca para que ese festejo tenga razón de ser, eso es lo complicado y lo que desde ya debe comenzar a atenderse.