La participación política de los jóvenes es fundamental para el desarrollo y la transformación de una sociedad. A pesar de que durante varios años se pensó que ellos se desinteresaban de la política, recientemente se ha reconocido que muchos jóvenes están interesados en algunos de los temas que involucran los nuevos retos de la sociedad. De cualquier manera, no rechazan la democracia en sí misma, sino las formas concretas en las que se expresaba anteriormente, en especial al ser más críticos con la corrupción y la demagogia de los viejos políticos.La participación política de los jóvenes ha cambiado significativamente en la era digital. Ya no se trata solo de las formas convencionales, como el voto y la afiliación a partidos políticos, sino que también incluye la participación en movimientos sociales, la utilización de las redes sociales y la creación de colectivos y agrupaciones en torno a proyectos concretos e intereses comunes.Para comprender la participación política de los jóvenes, es fundamental analizar qué les interesa y preocupa, así como su percepción de la realidad que les está tocando vivir. Son ellos quienes van a influir en la agenda política y, así, se van a priorizar los temas que les importan más.Además, su participación va a fomentar el crecimiento de la democracia y la inclusión en la toma de decisiones, sobre todo al desarrollar habilidades ciudadanas, especialmente el pensamiento crítico y el respeto por las leyes. Los jóvenes irán desarrollando más habilidades ciudadanas, como la comunicación, el liderazgo y la resolución de conflictos. En particular, intervendrán más en los temas que tienen que ver con el tráfico, el transporte público, el acceso y la calidad de la educación, la lucha contra el deterioro del medio ambiente, el empeño por una mayor justicia social y la limpieza de la ciudad (como tener más botes de basura a la mano y cuidar parques y jardines, tal como se hace en las ciudades más importantes del primer mundo). También destacará el énfasis en mejorar los servicios de prevención y salud pública, así como en promover más áreas verdes y campos para la práctica de diversos deportes que sean gratuitos y cuenten con un buen mantenimiento. Todos estos temas deben desarrollarse en un ambiente más seguro, donde algunos policías no se conviertan en personas a las que hay que temer, sino en quienes brinden protección.Cada generación tiene sus propios retos, y ahora les toca el turno a ellos para hacer los cambios que están a su alcance. Veamos qué sucede pronto.
