Muchos padres de familia llegan a tener un enorme poder de influencia en el voto que harán sus hijos en las próximas elecciones. Veamos de qué manera sucede.Algunas de las variables que pueden promover una preferencia parten de los valores y creencias que se transmiten en la familia; en la medida en que son más claros y evidentes, los hijos también están convencidos de los mismos valores que los padres tienen.Sin muchas veces darnos cuenta, estamos enviando varios mensajes que van moldeando la conducta de nuestros hijos y les vamos dejando marcado lo que esperamos que piensen. Aunque ellos mismos luego desarrollen su propia mentalidad, de alguna manera ya están impregnados de la forma en que se piensan las cosas en casa.Por medio de charlas, discusiones y debates familiares, vamos dejando en claro una manera de pensar que predomina en la familia, y como quiera que sea, va dejando una huella que impregna a las ideas que ellos tienen sobre los asuntos políticos. Es más, hasta de si interesa o no la política en el hogar o de plano ha sido siempre un tema intocable.Muchos jóvenes se sienten identificados con el grupo familiar porque el abuelo fue diputado o funcionario en otros tiempos, y eso deja una sensación de permanecer leales a las ideas o al partido por el que participaron.También puede influir que en la familia se hayan tenido malas experiencias bajo algún régimen anterior o en la tutela de ciertas ideologías, y eso hace que se rechace de antemano todo lo que se les parezca, lo que suele suceder con aquellos cuyos familiares han sido refugiados políticos provenientes de otros países.Claro que influye mucho el nivel de cultura y educación que también se tiene en la familia y se puedan tratar los temas políticos con mayor apertura y conocimiento, lo cual le da mayor solidez a las decisiones que se toman.Ciertamente está la variable de la oposición y la rebeldía, que muchos hijos toman en contra de las imposiciones de los padres; así, un padre muy de derecha puede estar influyendo directamente a que su hijo tome la postura contraria. Y eso determina también un voto, aunque el hijo no llegue a aceptar que simplemente ha tomado el opuesto a los padres.En fin, como se puede notar, hay muchas opciones de cómo, desde el núcleo mismo del hogar, se gesta o fragua un voto, entre otras variables sociales, políticas y económicas. Te puedes preguntar ahora de qué manera estás influyendo en el voto de los miembros de tu familia.