Luces rojas y señales de alarma se prendieron ayer en varias dependencias del Gobierno del Estado y en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.Tomás Figueroa deja la Secretaría del Trabajo tras registrarse como aspirante a diputado local por el distrito 17.Hombre cercano al gobernador y ex titular del IEPC Jalisco, lo presumen como un contendiente competitivo que buscará dar continuidad a la agenda de su amigo Aristóteles Sandoval.Las alarmas son por el vacío que deja: se rumora que quien se quedará en su lugar lo que resta de la administración es Luis Rafael Montes de Oca Valadez, director general del Trabajo, quien se ha encargado de dinamitar sus relaciones con medio mundo y lo denominan un auténtico chivo en cristalería.Ya hay varios funcionarios que prometieron una ida a Talpa de rodillas si se les concede el milagro de que no llegue.***Relevo en mal momentoEn medio de la tempestad por la judicialización del nombramiento del fiscal anticorrupción, Roberto Mendoza Cárdenas, director jurídico del Congreso, solicitó licencia al cargo y desde la semana pasada ya no despacha.Justo cuando más atención deberían poner los diputados en la estrategia de su área jurídica con un montón de “papas calientes” por atender.Ahora Mendoza Cárdenas tiene doble licencia pues también es regidor en el Ayuntamiento de Ciudad Guzmán, cargo que dejó para asumir el puesto de abogado del Legislativo.Los enterados dicen que se ausentó por cuestiones familiares y no porque esté buscando alguna candidatura.***Ni a cuál irleJalisco inspira a Enrique Peña Nieto, no cabe duda. Y lo demostró ayer nuevamente durante su visita al responder a la polémica propuesta de Andrés Manuel López Obrador para otorgar amnistía al crimen organizado.Para los delincuentes ni perdón ni olvido, declaró el Presidente... ¿mejor impunidad y justicia selectiva según tiempos electorales? Porque ese es el sello del sexenio.Si para “empeorar mejor” no cabe duda que cualquiera, Peña o López Obrador. Verso sin esfuerzo.
