Hace exactamente 54 años, el 14 de marzo de 1965, Chivas se coronaba Campeón de Campeones en Ciudad Universitaria ante América, en un periodo que iba a marcar para siempre la rivalidad entre los dos equipos.Los Clásicos empezaban a ser los Clásicos con los ingredientes que conocemos. Había expectación, la presión hacia aflorar problemas internos en los equipos, durante el partido las expulsiones no faltaron y el ganador fue quien parecía menos favorito.Chivas se impuso de manera casi heroica 2-1, a pesar de terminar jugando con nueve hombres. El partido estuvo cerca de convertirse en una pelea campal. Por el Guadalajara se fueron expulsados Guillermo, el “Tigre” Sepúlveda, y Héctor Hernández. América, por su parte, se quedó sin Jasso. Chivas se puso en ventaja con un gol de tiro libre de Isidoro Díaz, América empató con un tanto de Fragoso, y Chivas se llevó el título gracias a una anotación de Francisco Jara.Pudo haber ocurrido en este partido uno de los episodios más memorables en la historia de la rivalidad entre los dos equipos. En diferentes entrevistas, el “Tigre” Sepúlveda ha situado un año antes, en 1964, el incidente que lo llevó a arrancarse la camiseta luego de ser expulsado y decir a la banca del América “Con esta tienen para tener miedo, hijos de su...”. Ambos partidos ocurrieron en el Estadio Universitario, y en ambos se enfrentaron Chivas, campeón de Liga, y Águilas, campeones de Copa.Sólo que en 1964 el “Tigre” no fue expulsado, y en 1965 sí, y la crónica del segundo partido incluye lo que puede ser una descripción del famoso incidente: “Sepúlveda entró con violencia y Valenzuela lo envió a las regaderas junto con Héctor y el “Güero” Jasso, del América. El zaguero central del Guadalajara y también de nuestra Selección Nacional se arrancó la camiseta a rayas y la estrelló contra el suelo en una actitud poco a tono con su categoría de seleccionado”.Sea cual sea la fecha real del desplante del “Tigre”, lo cierto es que esa reacción demuestra que esos dos partidos fueron fundamentales en la gestación de una de las rivalidades más pasionales del futbol mexicano.En las páginas de EL INFORMADOR, colocada encima del recuento del partido, un cartón anulaba los intentos de neutralidad de la crónica. La imagen mostraba al “Cuate” Calderón, el portero de Chivas, plantando sobre una pila de maltrechos jugadores de América un banderín en el que se leía “Se vende chatarra sudamericana”.Ese América, que tenía a Arlindo y Vavá (campeón del mundo y goleador en el Mundial de 1962), distaba mucho de ser chatarra, y el partido fue demasiado disputado para merecer esa representación gráfica, pero a partir de este momento rara vez los seguidores de estos dos equipos iban a dejar que la mesura se interpusiera en el camino de una buena rivalidad.
