El comentario por la radio que Cristian Horner hizo a Max Verstappen al cierre del Gran Premio de Azerbaiyán sobre la victoria de Sergio Pérez, argumentando que el tapatío “había tenido suerte con el coche de seguridad”, fue lamentable e injusto.Checo conservó la tercera posición de calificación en la arrancada, se mantuvo cerca de los punteros en las primeras vueltas, observó como Verstappen superó a Leclerc en cuanto se permitió la utilización del DRS, tardó un giro más que Verstappen en rebasar a Leclerc y con la confianza adquirida por el ritmo que lo hizo acreedor a la victoria en la carrera sprint del día anterior, trazó un plan de ataque para rebasar a su compañero de equipo.La diferencia entre ambos se redujo gradualmente a menos de un segundo. Max estableció la vuelta rápida en el octavo giro, Sergio hizo lo propio al cierre del noveno, acercándose a 555 milésimas de segundo del bicampeón. Max experimentó falta de adherencia en los neumáticos traseros, sufrió un derrape que casi lo impactó contra el muro, comunicó el incidente por la radio y su equipo decidió llamarlo a fosos para reemplazar los degradados neumáticos intermedios por un flamante juego del compuesto duro en el décimo giro, cediendo la punta de la competencia a Pérez.De Vries tocó el muro bloqueando el trazo en la curva 5 con su Alpha Tauri, la bandera amarilla apareció, Horner pudo prolongar el ingreso de Verstappen por el cambio de neumáticos, pero decidió continuar con la maniobra, quizás apostando a que De Vries metería reversa y continuaría en carrera, aunado a que las altas velocidades de las primeras vueltas con tanques llenos habían terminado con la vida útil de sus cauchos.El auto de seguridad apareció en ese momento, Verstappen retomó la pista teniendo que girar a velocidad menor mientras que el resto del pelotón avanzó una considerable distancia del circuito de 6,003 metros a velocidad de carrera antes de la aparición de este.Max se vio forzado a cambiar los neumáticos con los que inició la prueba antes que Checo, no fue cuestión de suerte, fue resultado de la diferente manera de administrarlos.El equipo de Pérez tomó la inteligente y lógica opción de aprovechar la presencia del auto de seguridad para ingresar por neumáticos nuevos al igual que el resto de los contendientes, gozando de una excelente maniobra de recambio de 2.3 segundos que le permitió retomar la pista en el primer lugar, seguido de Leclerc y Verstappen.A partir de ese momento y hasta que cruzó la línea de meta victorioso después de 51 giros, Pérez demostró que sigue mejorando con cada kilómetro recorrido y que está totalmente adaptado al RB19.Atrás parece haber quedado el piloto que incurría en altibajos de rendimiento y aún estamos por ver la cima que puede alcanzar en el futuro.Mantener a raya a Max Verstappen en autos similares durante 40 giros en una ultra veloz pista callejera representa una demostración de altísima precisión.Todas las victorias que Pérez ha obtenido para el equipo austriaco han tenido lugar en circuitos citadinos; Bakú 2021, Mónaco 2022, Singapur 2022, Jeddah en este 2023 y la victoria que repitió hoy en Bakú.Horner también mencionó que a Pérez le falta demostrar la misma habilidad que lo ha convertido en el “rey de los circuitos callejeros”, en pistas permanentes, lo cual es cierto, sin embargo, la próxima cita del calendario es el Gran Premio de Miami que se correrá en las calles del puerto, el próximo fin de semana, donde esperamos que Checo incremente la fama que lo distingue del resto. io