Catapultó su capital político

En el caso de la rebatinga política de Nuevo León -que no creo se necesite detallar después de la amplia difusión que ha tenido en todos los medios y redes sociales-, algo de lo que se puede concluir es que los mecanismos constitucionales se cumplieron al pie de la letra, porque la ley es muy clara y deja dudas a ambigüedades. Tanto el Congreso de Nuevo León actuó de acuerdo a la ley y fue ratificado en dos ocasiones -viernes y domingo- por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Por lo tanto, la legitimidad con la que Luis Enrique Orozco asumió la gubernatura cumplió con todos los requisitos y procedimientos legales.

Sin embargo, ayer de manera sorpresiva el legalmente gobernador en funciones decidió no continuar con la responsabilidad, bajo el argumento de no alterar la paz y la gobernabilidad. Y también, de manera expedita el Congreso del Estado recibió la solicitud del gobernador interino -la que votó por unanimidad como aceptada- y dio luz verde a la revocación de la licencia autorizada a Samuel García para que se reincorpore a su cargo inmediatamente.

Por supuesto que resulta extraña la renuncia de Luis Enrique Orozco y deja un mal precedente por los procedimientos usados por el gobernador neoleonés, quien al final de cuentas “se salió con la suya” pasando por encima de la Constitución del Estado y la resolución de la Suprema Corte.

Echado para atrás -Samuel García- en su decisión de buscar la presidencia, por motivos desconocidos, que pudieron ser el dejar en manos de la oposición la gubernatura de Nuevo León o de sus escasas posibilidades de lograr el objetivo de ganar la contienda electoral, lo único que deja “por suelos” es su imagen y catapultó su capital político por el incumplimiento de promesas con quienes votaron por él, y demostró su soberbia e inexperiencia que nos demuestran que está muy lejos de estar listo para responsabilidades de mayor envergadura. Y “para muestra, basta un botón”, ayer mismo por la mañana, cuando estaba en medio de que se reconociera su legitimidad en el cargo y cuando ya había renunciado a su postulación a la presidencia por Movimiento Ciudadano, publicó irresponsablemente un video -donde vestía sus tenis naranjas- en donde baila y promueve al partido, como si nada estuviera pasando. Ahora bien, ante las dos ratificaciones en este asunto por parte de la Suprema Corte de la Nación y la rebatinga quien se armó, donde los procesos constitucionales no se respetaron, el Poder Judicial ¿qué nos tiene que decir?

¿Usted, qué opina?

Daniel Rodríguez

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