Julio Cortázar escribió un cuento fantástico titulado Casa tomada. Un par de hermanos que habitan una vieja casona colonial deben abandonar poco a poco los espacios de la finca, orillados por unas fuerzas extrañas (nunca precisadas por el narrador) que se manifiestan a través de ruidos imprecisos, el volcar de una silla y otros episodios. Con resignación, sin oponer resistencia, cada parte de la casa es “tomada” hasta que sus moradores deben abandonarla. La alegoría funciona para una Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) tomada. Con la llegada de la nueva titular, Luz Del Carmen Godínez González, en medio de críticas por un proceso opaco y su inelegibilidad (qué horrible palabra), ocurre algo parecido: fuerzas extrañas, presentes pero nunca explícitas, se apoderan del botín, comenzando por la nómina. Se trata de 244 plazas de confianza (“huesos” para los compadres) de los que la nueva titular puede disponer con salarios entre los 10 y 82 mil pesos mensuales. La nómina de la CEDHJ tiene tal atractivo que allí cobran dos de los sindicalistas del Estado más cercanos al poder en turno: los hermanos Iram y Cuauhtémoc Peña Cortés, Secretario General y Secretario de Organización del Sindicato Único de Servidores Públicos de la CEDHJ. Cada uno con oficina, celular de la dependencia y un sueldo de 21 y 23 mil pesos mensuales respectivamente por trabajar de sindicalistas. Debido a la falta de un servicio civil de carrera que ni Alfonso Hernández ni Felipe de Jesús Cibrián implementaron, los espacios se reparten a discreción. Un mensaje de supuestos trabajadores de la Comisión circuló ayer para denunciar un desmantelamiento institucional, por lo que piden la intervención del Consejo Ciudadano de la CEDHJ. Una fuente me aseguró que la nueva presidenta recorrió cada área acompañada de un fotógrafo que discretamente retrató al personal (noten el paralelismo con Casa tomada). De entrada, ya solicitaron las primeras renuncias a directivos y mandos medios. Me pregunto, ¿bajo qué criterio entrarán los mejores y saldrán los menos eficientes? ¿Bajo un criterio de cuota política? Ahora, ¿es posible identificar de dónde provienen esas fuerzas extrañas? Comparto datos que me parecieron interesantes. El nuevo abogado encargado de operar los finiquitos y nombramientos en la Comisión es Francisco Javier Ulloa Sánchez, ese mismo nombre aparecía en mayo pasado como Encargado del Despacho de la Dirección de Responsabilidades de la Contraloría Ciudadana de Guadalajara. Por otra parte, hace poco me llamó la atención que en el concierto del TRI, en la reapertura de la Concha Acústica, Pablo Lemus estuvo acompañado por el ahora ex ombudsman estatal (justo en los momentos en que se definía a su sustituto). En los corrillos de la Comisión se dice que la nueva titular, ex servidora pública de Guadalajara, llegó con el visto bueno del gobernador, pero también del alcalde tapatío. Como nota aparte, ¿será que Hernández Barrón se integrará más adelante al proyecto del Lemus candidato? No sería extraño, pues el alcalde tapatío se inclina por perfiles de organismos autónomos como Cinthya Cantero, ex presidenta del ITEI. El cuento de Cortázar termina así (perdón por el spoiler): “Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada”.Cortázar ironiza. La casa tomada es en sí misma el “hurto”. Los pobres diablos somos nosotros que debemos renunciar, en este caso, a una Comisión autónoma que ha sido tomada.