Adorada Lupita, hoy es un gran día para ti especialmente, y para toda tu familia también. Quiero regalarte una breve reflexión sobre mi propio matrimonio y lo que ahora pienso que hubiera hecho mejor.El día de mi boda me habría preocupado menos de los detalles y de las cosas materiales y hubiera disfrutado más el abrazo y las palabras de cada uno de nuestros invitados.Hubiera invitado a mis amigos a mi casa sin importarme que aún no tuviera los mejores muebles y estuviera algo sucio.Nunca tendría en casa una sala para los invitados, que no usará yo todos los días con mi propia familia.Los regalos de boda los hubiera usado o regalado, pero no guardado en un closet durante tantos años como lo hice.Habría ido a visitar más a mis abuelos y charlar horas y horas con ellos sobre sus experiencias y nuestros ancestros y haber anotado toda esa valiosa información, que ahora te podría estar contando.Habría elegido estar más con mi marido que con mi familia y mis amigos, a veces le di más preferencia a estar con mis hermanos que con él. Lo habría invitado más a caminar por un parque o irnos a tomar un café como buenos amigos que siempre fuimos.Me hubiera gustado ver menos novelas y series, para vivir más mi propio drama y llorar y reír con cada uno de mis hijos y familiares. Exaltar más mi experiencia que sentarme a ver la vida de otros en la fantasía.Me habría quejado menos de los malestares del embarazo y hubiera disfrutado más cada día de ésta vivencia tan maravillosa de vivir la creación que Dios nos ha compartido a sus creaturas. Ha sido mi única oportunidad de estar presente en un milagro.Todas las veces que se acercaron mis hijos con una expresión de cariño, los debí de abrazar muy fuerte y mirándolos a los ojos decirles que los quiero mucho, en vez de corregir algo de su conducta o de señalarles que debían de hacer su tarea.Quiero que sepas que perdí muchos preciados minutos de mi vida, preocupándome por tonterías, por hábitos y costumbres que no son importantes, o con el qué dirán. Así que mejor disfruta cada instante de tu vida con todo lo que tienes, vívelas intensamente, con pasión y alegría. Preocúpate por elevar tu cultura y sabiduría, sé generosa con todos y viaja por el mundo con el gusto de ver la belleza de todo cuanto ha sido creado.Ama a tu marido, a tus hijos, a ti misma, y de verdad créeme que ponerse en manos de Dios es lo mejor que puedes hacer. Disfruta de tu boda.