Sr. Carlos Álvarez del CastilloEl Informador. Muy querido amigo:Hace casi 50 años, por invitación de nuestro querido y admirado Don Jorge, se publicó mi primer artículo en nuestro periódico. Fue en la benemérita “Sección Cultural”. Todavía recuerdo, como si fuera hoy, la ilusión con que lo leí una y otra vez, como si pensara que no era más que un sueño… Años después fui también convocado para la “Sección Editorial”… Todo ello, quiero reiterarlo, fue para mí un verdadero honor.He de decirte que mi lectura cotidiana de El Informador, como corresponde a todo jalisciense antiguo que se precie, procede de mucho más atrás y, solamente la he suspendido al residir fuera de Jalisco. Pero aun cuando viví en la capital, con frecuencia lo procuraba en una tienda especializada que se halla en el centro de esa ciudad.A lo largo de casi medio siglo hubo un par de paréntesis: uno corto y otro de casi una década. Recuerdo muy bien la fórmula cariñosa que usaste para invitarme a volver: “no concibo a José María fuera de El Informador ni a El Informador sin José María”. Era imposible hallar una manera más convincente y afectuosa… ¡Entendí entonces que volvía para siempre! Sin embargo, ahora me veo con la necesidad de pedirte que me permitas hacer un receso de 52 semanas…Médicamente debo bajarle a la chamba y, también, quiero hacer tres o cuatro viajes de cierta duración por este continente nuestro que no conozco todavía razonablemente bien. De igual forma quiero renovarme porque, aunque sea el caso, no deseo aparentar tanta vejez. “Nuestro periódico” ha gozado de una serie de cambios muy benéficos en el último lustro, que reclaman además que sus escritores antiguos agarren nuevos bríos. Quiero, por lo tanto, respirar otros aires y, sobre todo, terminar un libro que se está retrasando demasiado tiempo y siento que me lo debo y se lo debo a Jalisco. Ello requiere que, mientras esté en Guadalajara, deba concentrarme lo más posible en él.El pasado día 11, por caso, impartí también en la Cámara de Comercio mi última conferencia antes de abrir el solicitado paréntesis.Sin embargo, espero que, de vez en cuando, tengas a bien recibirme algún texto especial que necesite compartir con nuestros lectores.Por último, quiero aprovechar la oportunidad de agradecerte no sólo que me hayas abierto las páginas del periódico, sino también la deferencia de tu amistad y afecto que, como tú bien sabes, cuentan con reciprocidad.Quedo a tus gratas órdenes, en el entendido de que, si no dispones otra cosa y todavía resuello, el jueves 24 de septiembre de 2020 te estaré entregando mi siguiente colaboración para la página editorial del día siguiente…Recibe fuerte abrazo de tu amigo.