Con un triunfo merecido e inobjetable sobre Nueva Zelanda, oponente que de eso no tuvo nada, inició el tercer capítulo de Javier Aguirre al frente de la Selección mexicana.A diferencia de los dos primeros capítulos, el “Vasco” asumió la dirección técnica en un momento en el que se tenía “el agua hasta el pescuezo” en la eliminatoria mundialista de la Concacaf.Ahora está exento de dicho requisito, al estar ya calificado al Mundial por su condición de país sede.Ahora la problemática es otra: encontrar rivales a los cuales poderse enfrentar para tener la mejor preparación posible para el Mundial 2026.La tarea no es sencilla, debido a que en las Fechas FIFA se disputan las eliminatorias mundialistas o la Nations League.Para los partidos de septiembre y octubre sólo estaban disponibles, Nueva Zelanda, Panamá y los tres anfitriones; para el siguiente mes, Estados Unidos se enfrentará a Panamá y el Tri a un equipo de club: el Valencia de España. En el otro partido de la Fecha FIFA de octubre México se verá las caras con Estados Unidos.En el vetusto Rose Bowl, el conjunto de Aguirre tuvo un caluroso “día de campo”; a los cinco minutos ya ganaba el encuentro con el gol de Orbelín Pineda, en el segundo tiempo el recién ingresado César Huerta y Luis Romo a los 20 minutos de la parte complementaría sentenciaron el marcador final de 3-0.Del equipo nacional se destacaron elementos del medio campo y atacantes, y no porque el portero y los defensas lo hayan hecho mal, sino porque Nueva Zelanda no atacó. El “Tala” Rangel ni los guantes se ensució.Lo endeble del contrincante restringe el análisis del partido, que claramente fue de un solo lado de “cabo a rabo”.La manera tan dispar como se dieron los acontecimientos en el rectángulo verde generó una relevancia mediática a la raquítica asistencia, los 25 mil 271 aficionados que fue la cifra oficial es una de las mas bajas que se recuerden del Tri jugando de aquel lado del río, tal vez solo superada por los ocho mil del partido por el tercer lugar del Final Four contra Panamá que fue el ultimo que dirigió Diego Cocca.Que hacía mucho calor, sí, que Nueva Zelanda no tiene poder de convocatoria, es verdad; anteriormente en situaciones idénticas los paisanos realizaban grandes entradas, poco les importaba quienes eran los convocados de México, mucho menos les interesaba quien era el rival, el equipo mexicano les generaba entusiasmo.Por ahora eso parece haber cambiado, la imagen del Tri se ha deteriorado por los malos resultados, el equipo que les daba satisfacciones, últimamente sólo los hace hacer corajes.Contrariamente a lo que se pensó y se promocionó, el dueto Javier Aguirre-Rafa Márquez no fue suficiente atractivo para los aficionados.Eso lo sabe Aguirre, parte del reto es volver a entusiasmar no sólo a los paisanos, sino a todos los aficionados del Tricolor.El rival también cuenta. Mañana en Cowboys Stadium puede haber una buena entrada, el partido luce más atractivo, México se medirá a Canadá que es de los tres anfitriones el que atraviesa por un mejor momento futbolístico. Los canadienses sí terminaron dentro de los cuatro primeros de la Copa América.El sábado en Kansas City, también con muy floja entrada en un estadio con capacidad para 18 mil espectadores, el equipo de Jesse Marsch le ganó a Estados Unidos 2-1, marcador maquillado por las magnificas intervenciones del portero estadounidense Patrick Schulte y por el gol del descuento en una jugada de fuera de lugar de Luca de la Torre. Los canadienses le dieron un repaso, sobre todo en el primer tiempo, a los norteamericanos.Por ende es de suponer que mañana México tendrá a un rival que lo va a exigir, que finalmente es de lo que se trata en los partidos de preparación.
