Si esa dama caprichosa llamada lógica no decide otra cosa, hoy por la noche le estarán levantando la diestra en alto al tapatío Saúl “Canelo” Alvarez, en el ring de la T-Mobile Arena en Las Vegas. El gritón anunciará la exitosa defensa de sus campeonatos mundiales supermedianos CMB, AMB, FIB, OMB, por haber derrotado por nocaut al estadounidense Jermell Charlo.Los actores aprobaron el examen en la ceremonia de peso celebrada ayer, ambos con idéntico 167.4 libras, están listos para el compromiso pactado en súpermediano, 168 libras. “Canelo” podría presentarse en la T-Mobile Arena en 185 libras, 84 kilos, arriba de semicompleto. Charlo, sumaría a su peso de un kilo a kilo y medio.Alvarez exhibirá fortaleza, la que debe estar acompañada de alto entrenamiento y concentración, factores de los que adoleció en su reciente enfrentamiento con el británico John Ryder, boxeador de media tabla que lo maltrató, castigo innecesario que no estaba presupuestado, el reflejo de que la atención del campeón mundial súpermediano la ha distribuido también en su negocio, trabajo administrativo que llevaba Óscar de la Hoya.El nocaut del mexicano se debe dar en la primera mitad de la pelea, explotando su mejor herramienta, el contragolpe, pero pasar esta frontera es recordar que históricamente baja su rendimiento y pierde rounds, hasta tomar su segundo aire en el octavo o noveno episodio. Imaginemos que Charlo soporte los ataques de “Canelo” en esos primeros seis asaltos, tendría muchas posibilidades de indigestársele al campeón súpermediano, igualar las tarjetas, y con su mayor estatura y alcance, boxear a distancia y llevarse la decisión. Sería una hazaña.Saúl Alvarez se mantiene como el mandón del boxeo en la actualidad, su marca es la más vendida del globo, es producción de millones de dólares, nunca nadie antes como él ahora ganó tanto dinero, bolsas con las que sueñan una fila de desafiantes, a los que el jalisciense jamás ha tenido necesidad de enfrentar. Cuida el negocio, elige a sus oponentesAnte Ryder se vendieron 250 mil pago por ver, números pequeños para una figura mundial que debe rondar en un millón o más de pago por ver... Y por ahí estaré atisbando.