En los últimos dos meses la Guardia Nacional (GN) en Jalisco ha dado mucho de qué hablar.Ayer volvieron a ser noticia cuando al patrullar por el municipio de Zapotlanejo en búsqueda de integrantes de células del crimen organizado, fueron atacados en la comunidad de San José de las Flores por un comando de sicarios que viajaban en cinco camionetas con armas empotradas a las 15:40 horas. Lo elementos de la GN, que desde octubre dirige en Jalisco el general Armando Gómez Mendoza, lograron repeler la agresión de este convoy criminal fuertemente armado, quienes en su huida hacia el poblado de Tocomatlán, como acostumbran, ordenaron narcobloqueos para evitar la llegada de refuerzos, sin que ni elementos de esta corporación federal, ni policías municipales y estatales pudieran detener a los responsables.La población afectada por los grupos delincuenciales fue la que circulaba pasadas las 16:00 horas en el kilómetro 24 de la autopista a Los Altos en el municipio de Acatic, donde bloquearon con dos camiones, y en otro punto aledaño otros tres automotores que incendiaron. Un tercer narcobloqueo ocurrió sobre la carretera libre en el crucero de Acatic donde incendiaron otros dos tráileres. Los sicarios abandonaron en su fuga un vehículo razer y una camioneta Honda Oddisey con armas, equipo táctico y de radiocomunicación.Apenas el jueves pasado, la GN encabezó otro operativo en la Colonia El Hormiguero, de Guadalajara, en donde abatieron a dos y detuvieron a otro delincuente que los agredieron a tiros luego de que los sorprendieron con una mujer a la que habían privado de su libertad. Días antes patrullaron en Poncitlán, y gracias a ello la Fiscalía General de la República decomisó ayer un fuerte arsenal. En noviembre, desplegaron operativos en Ocotlán, donde una oficial de la GN perdió un brazo por herida de una arma de grueso calibre, y dieron un fuerte golpe al cártel Nueva Generación, en Tapalpa, donde detuvieron al “CR”, al que acusan del secuestro del coronel Grimaldo en diciembre del año pasado.Así, con operativos en la Zona Metropolitana y en los municipios más conflictivos del Estado, la GN se ha vuelto muy incómoda para las células del crimen organizado que se sentían dueñas del territorio estatal para convertirlo en campo de batalla y llevar a cabo sus vendettas.En cierto sentido, este cambio de guardia de la GN, que está estrenando instalaciones en las inmediaciones de la ex cárcel federal de máxima seguridad en Puente Grande, ha resultado incómodo también para los jefes de policías municipales, e incluso de la Policía estatal, al desplegar por su cuenta los operativos sin pedirles apoyo, y sugerir en las reuniones de seguridad, mayor aplicación y efectividad policial en sus respectivas zonas. jbarrera4r@gmail.com