Hablar de los papás depende de nuestras historias, las que nos tocaron vivir y también las que no son propias, pero de las que hemos sido testigos. Como la de Raúl y el día que su esposa se fue de la casa sin siquiera decir adiós, dejándolo solo con sus hijos. Y aunque después la localizó, ya no lograron un sólo acuerdo y la demandó; además del divorcio, peleó en tribunales la custodia de los niños y que ella aportara para la pensión alimenticia.Raúl ganó el juicio, se quedó totalmente a cargo de los menores, pero ella nunca cumplió con la pensión. La historia bien podría ser una excepción a la regla, en un país donde a diario miles de mujeres enfrentan la misma situación, sólo que con los papeles invertidos: madres que se quedan solas sacando adelante a sus hijos, ante padres que se “desaparecen” o se hacen ojo de hormiga. Tan sólo en el 2022 se registró el nacimiento de 273 mil bebés de madres solteras (cifras del Inegi).Pero tampoco es que todos los padres estén ausentes o sean desobligados. En México hay más de 21 millones de papás, la gran mayoría de entre 30 y 60 años de edad, y que viven en la misma casa que sus hijos e hijas (datos del 2020, del Inegi). Este domingo es para festejarlos a ellos, ya sean papás biológicos, padrastros o adoptivos y que están presentes en la vida de sus “niños” o “niñas”, aún cuando estos tengan más de 40 años.El rol del padre ha tenido que irse transformando en los últimos años, para dejar el papel meramente de un hombre proveedor y figura de autoridad, que se mantenía ajena a los asuntos de la casa. Hoy la crianza ya no es tarea exclusiva de las mujeres sino compartida entre ambos progenitores, vivan o no bajo el mismo techo.Este nuevo rol es parte de la llamada paternidad responsable y nuevas masculinidades, que -simple y llanamente- implica que los papá se involucren en los cuidados y la educación de los hijos e hijas. Todas esas tareas que histórica y culturalmente eran asignadas únicamente a las mamás o mujeres de la casa por el sólo hecho de ser mujeres.Hay quienes hemos visto a “buenos” papás en acción y podemos dar testimonio de hombres que tienen conversaciones con sus hijos o hijas; que en todo momento protegen, educan y corrigen, que muchos han aprendido a hacerlo con amor. Hay quienes conocemos a padres que están presentes y son generosos, que sacrifican su tiempo para acompañar, aunque sea con una llamada, cuando se les necesita.Son precisamente esas acciones las que celebramos cada Día del Padre. Porque es una forma de visibilizar el compromiso que tienen, brindando cuidados y compartiendo su vida, que disfrutan jugar y bromear con sus hijos o hijas.Y si bien algunos padres se apoyan y “abusan” de la permanente entrega de la figura de la mamá es un hecho que siempre será una bendición de vida tener un papá, como un compañero de vida, un gran consejero o un amigo (¡Gracias, papá!). A estos hombres, lo que los hace estar conectados con el amor y cosas positivas de la vida son sus hijos.Nadie nace sabiendo cómo ser padre o madre; la gran diferencia consiste en estar presente… y cuando ya no es en vida, será a través de los recuerdos. ¡Feliz día del padre!