En Bruselas, México empató a tres goles con Bélgica en lo que fue un buen resultado, buen partido, y ante buen rival. Por la forma en que se produce el desenlace del partido y como se fue escribiendo la historia en el marcador, la percepción final respecto a la actuación del Tri es satisfactoria. El conjunto belga era argumentadamente marcado como favorito y por los antecedentes previos al partido el panorama no presagiaba algo bueno para el equipo mexicano.Este tipo de compromisos son los que se desea tenga con mayor frecuencia el equipo mexicano, en condición de visitante, pero sobre todo ante contrincantes de jerarquía aun cuando el conjunto de Roberto Martínez tuvo cuatro bajas importantes.Por la antipatía, que no pocos le profesan, a Juan Carlos Osorio, seguramente que más de alguno habría deseado otra mala tarde para el Tri, como aquella de Santa Clara, con la hipótesis de que algo así podría remover al colombiano de la banca del equipo mexicano.Ahora bien, en el examen belga el conjunto de Osorio obtuvo una calificación aprobatoria, pero distante de la excelencia. Faltando siete meses para el Mundial el equipo mexicano sigue evidenciando carencias colectivas, en esta ocasión el desempeño defensivo dejó qué desear y ante rivales con la capacidad de los delanteros de Bélgica como Romelu Lukaku, Eden Hazard que son letales al momento de definir, no se puede permitir ni la más mínima distracción.Las individualidades volvieron a sobresalir en el conjunto de Osorio, destacándose sin discusión Hirving Rodrigo Lozano, quien hizo dos tantos y tuvo para hacer otro más, pero falló al momento de definir luego de realizar una buena jugada que él mismo generó.Guillermo Ochoa comete un error en el primer gol que recibe, pero posteriormente tuvo un par de intervenciones acertadas que impidieron que la meta mexicana fuera vulnerada.Pensando en la Copa del Mundo de Rusia; hay jugadores que aunque estén en Europa, no están en su mejor nivel por la falta de actividad; México hizo tres goles en patio ajeno, pero no tuvo la capacidad de consumar su triunfo, histórica trágica de sobra conocida del Tri en los Mundiales.El partido fue de preparación, de los que se suele decir que el resultado es secundario y que lo importante son las formas. En esta ocasión se pondera más el resultado sobre las formas.En esta ocasión no fueron tan discordantes los puntos de vista emitidos por Juan Carlos Osorio en la conferencia de prensa posterior al partido, con los de la opinión pública; con esta tesitura se podría pensar que Osorio debería repetir en un elevado porcentaje la alineación que utilizó ante Bélgica el próximo lunes contra Polonia, para que haya una mejor conjunción entre sus jugadores, pero ya sabemos porque el propio seleccionador ya lo anticipó que habrá rotaciones y un esquema táctico diferente, así que guste o no, se juegue bien o se juegue mal, lo hecho en el partido anterior es pasado y ahí se queda. Otro rival, otro partido y un nuevo comienzo, pero será hasta el Mundial cuando sepamos si esta forma de trabajar es la más adecuada.
