Para todo siempre hay un día. Y aunque bien podría ser una mera cuestión de percepción o un asunto totalmente de marketing, en el calendario también hay un día considerado como el mas triste del año. Se trata del tercer lunes de enero, el llamado “Blue Monday”.Seguramente este lunes 17 de enero se volverá tendencia en redes sociales el #BlueMonday; quizás para muchos y muchas la fecha pasará desapercibida, en medio de motivos para estar alegre y agradecidos, pero también habrá para quienes realmente sea un día triste.“El lunes más triste” o “el lunes más desdichado” del año es autoría de Cliff Arnall, un psicólogo británico de la Universidad de Cardiff de Gales, Reino Unido. Para ello, se basó en una fórmula donde tomó en cuenta factores como la llamada cuesta de enero y todos los gastos pendientes de cubrir; el clima todavía invernal y el periodo post navideño.Con todo y los miles de cuestionamiento sobre su veracidad, el término no sólo se ha hecho popular sino que se ha mantenido vigente durante los últimos 15 años. El “Blue Monday” ha encontrado eco en campañas de mercadotecnia y también en quienes tratan de encontrarle ese día sentido a su tristeza. Y hasta parecería irónico o mala jugada que la fecha casi coincida con el 13 de enero, Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, considerada la primera causa mundial de discapacidad por el significativo impacto que tiene en las personas que han vivido o que hoy en día se enfrentan a este trastorno emocional.El tema no es asunto menor. Se estima que la depresión afecta a más de 300 millones de personas en el mundo, de todas las edades; mujeres, hombres, infantes y adolescentes que viven con día a día con una tristeza permanente, que padecen trastornos del sueño y del apetito, que buscan aislarse y que han perdido el interés o pacer en actividades del día a día, entre otras características. Y la pandemia le ha venido a abonar aún más.Particularmente los dos últimos años han sido de pérdidas para miles y millones de personas. Desde la pérdida de la libertad (para movernos o trasladarnos, para viajar, para abrazar…) y las pérdidas económicas (de trabajo, de ingresos, de bienes, de posibilidades de continuar estudiando) hasta la pérdida de personas, porque fallecieron o porque su ciclo en nuestras vidas terminó (la pandemia también puso a pruebas las relaciones, de amistad, de trabajo y de pareja). La llegada del COVID-19 está ligada sin duda al sufrimiento, a días grises o azules u oscuros. Qué importa el color.Al final, lo importante son las decisiones que tomamos y aquello a lo que le dedicamos tiempo para poder tener días de colores, con las personas y las actividades que los iluminan, pero también por lo que queremos generar para nosotros mismos y nuestro entorno… Y siempre que se necesite se vale buscar y pedir ayuda. Porque siempre hay opciones y puertas abiertas ante las crisis, aun cuando no se perciban en los días que parecen grises.Instagram: vania.dedios
