La idea y el concepto del programa estatal Trazo Urbano están muy bien. Nomás que en el saque inicial se equivocaron de plano, y por todo lo alto. Todos estamos de acuerdo en que el arte urbano es vital para las ciudades. También estamos de acuerdo en que es necesario que se democratice el acceso a los artistas para realizar obras en la ciudad. Pero, de allí en más, se deberá discutir con calma cada paso.Por otro lado, las estructuras elevadas para conducir la Línea 3 del Tren Ligero por las avenidas Revolución y Ávila Camacho quedaron muy bonitas. Son el equivalente en el siglo XXI de lo que en siglos pasados fueron los acueductos. Nomás que en este caso son genteductos, millones de usuarios que, en vez de ir por lóbregos túneles, irán viendo el Country, la Barranca de Oblatos a la distancia (que es preciosa, sobre todo el farallón del Mexicano, que en las tardes se vuelve rosado), y en general toda la ciudad. Sorprende muchísimo que estos argumentos no les hayan sido alcanzados a las mentecitas clasemedieras y reaccionarias que tanta alharaca hicieron contra los genteductos del caso (y contra la plaza de la estación Basílica, que debe llamarse Basílica). Además, ambas avenidas, que eran bastante feas y sin ninguna personalidad, mejoraron notablemente, incluyendo en su plusvalía.Pero estábamos en el arte urbano. Hay que saber muy bien donde se pone y cuándo y cómo y de qué calidad mínima. En todo esto falló Traza y ahí están las consecuencias, en las protestas y la oposición y la mala grilla antigobierno estatal derivada. Pero, como decían las abuelas, la cosa tiene compón. La estructura de concreto y fierro para el tren está bien resuelta y la calidad constructiva es buena. Además ya hay un dinero público presupuestado para hacer una buena jardinería. Así que la solución propuesta es la siguiente: sembrar la verdura que se había considerado y que prospere.Conviviendo respetuosamente con esto, que los artistas pinten sus murales, pero con motivos vegetales exclusivamente. Así, los buenos murales verdes durarán un par de años, tiempo en que la enredadera conocida como chinche les dará cristiana sepultura. Y todos contentos.Construyamos entre todos la buena ciudad que ocupamos. Con generosidad, con consensos, con democrática apertura. Las buenas intenciones de la Secretaría de Cultura, o las del Ayuntamiento de Zapopan, deben de prevalecer, pero puestas al derecho, por favor.
