En esta temporada de huracanes el futuro de Joe Biden está en el centro de la tormenta; está en el ojo del fenómeno. La explicación científica de la formación de huracanes dice que cuando la temperatura de la capa superficial -del agua en los océanos- aumenta y hay existencia de zonas de bajas presiones -atmosféricas- hacia donde convergen vientos de todas las direcciones, vienen los ciclones que pueden provocan grandes daños. Biden se encuentra así, bajo una “temperatura política” muy elevada y “presiones” de muchos sectores que piden que renuncie a sus intenciones de seguir en la Casa Blanca. Y hoy, 4 de Julio que se celebra el 248 aniversario de la Independencia de Estados Unidos, Biden posiblemente celebrará con fuegos artificiales, pero por el contrario debería estar meditando a conciencia y profundamente su intención de querer permanecer cuatro años más en la Oficina Oval.El mismo Biden reconoció el martes que durante el debate de la semana anterior con Trump “I fell asleep on the stage (me quede dormido en el escenario)”, atribuyendo a los dos viajes alrededor del mundo en las semanas previas al evento y al cuadro gripal que presentaba. “No fue muy inteligente, pero no es una excusa, es una explicación”, dijo el mandatario. Sin embargo, lo sucedido en el debate no fue circunstancial. Personas que rodean al presidente Biden han revelado en los últimos días que previo al debate notaron “confusión” en algunos momentos, incluso “apático o que perdía el hilo de las conversaciones” olvidando nombres, confundiendo hechos más frecuentemente, lo que los había preocupado. A pesar de esas circunstancias y ante la avalancha de comentarios o sugerencias de que renuncie a la reelección, a algunos de sus más cercanos colaboradores les ha mencionado que está “profundamente comprometido” y no planea hacerse a un lado.El día del debate Biden y Trump llegaron empatados técnicamente en las encuestas de preferencia, con una ligera ventaja del actual presidente (40.7/40.5), pero ayer, un sondeo de The New York Times y Siena College muestra que Trump está adelante entre los votantes con 49 por ciento contra 43 por ciento de Biden. Y el consenso es que el presidente ya no está en condiciones físicas ni mentales para estar en la Casa Blanca.Ayer, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, cuando insistía en que Biden “no se bajara del barco” por contender por la reelección, un reportero le preguntó si “alguien está escondiendo información sobre el estado de salud del presidente”, pregunta que sorprendió y que fue contestada negativamente. Pero es la percepción en Washington que reacciones, actitudes y comportamientos en público en los últimos meses de Biden no estén relacionados con una condición que sus médicos hayan detectado y que es percibida por otros.Biden, la Casa Blanca, su familia y algunos políticos muy allegados en sus círculos pueden insistir en la intención de continuidad, pero el mismo debería realizar que aún está en el momento preciso de cerrar su exitoso ciclo de vida política; una carrera que se inició -hace 51 años- en 1973 como senador por Delaware -hasta 2009-, como vicepresidente en dos periodos con Barak Obama -2009-2017- y actualmente como el 46 presidente de los Estados Unidos. Hoy está a tiempo de retirarse y ser recordado como un brillante servidor público que cumplió hasta que sus capacidades se lo permitieron, no como el presidente que por sus limitaciones físicas y mentales tuvo que hacerse a un lado.¿Usted, qué opina?