Para un segmento importante de la sociedad los dos años y meses que lleva la actual administración pareciera que son siglos de maldición, mientras que a otros “les ha caído como anillo al dedo” no tener que trabajar, ni estudiar, pero sí recibir las becas y apoyos de los programas sociales de la llamada 4 Transformación, pero aún es pronto para poder saber si la estrategia que están aplicando es la más apropiada para nuestro país. El proceso administrativo ensayado durante décadas en la mayor parte del mundo occidental durante el siglo XX y lo que va del presente nos marca el derrotero cuando se pretende que salgan bien las cosas: planeación, organización, ejecución y evaluación -yo agrego retroalimentación, para dar continuidad al círculo virtuoso de esta herramienta-, cuando de la aplicación de una política pública se trata, buscando que se abarquen los aspectos económico, social y todo aquello que se vincule con los quehaceres públicos. Sin embargo, nunca faltan quienes aferrados a sus propias utopías pretenden cambiar todo, inventando nuevos caminos y destruyendo lo hecho por otros durante décadas y terminan por echar todo al voladero.Luego entonces, la prudencia y el método de evaluación recomiendan ser cautos al juzgar lo que se ha hecho y evaluar los resultados alcanzados, para luego poder determinar cuáles son apropiados para la generación de hoy, y sobre todo las generaciones futuras, para luego aplicar los correctivos que se consideren pertinentes, siempre y cuando estos respondan al interés social, y no solamente al grupo que se encuentre en el poder, por más que sus intenciones pudieran parecer sanas.En este contexto, en el trabajo presentado recientemente por el doctor Javier Orozco Alvarado: “Notas sobre economía, política y sociedad en Puerto Vallarta” La transición del neoliberalismo a la Cuarta Transformación, realiza un análisis de al menos dos décadas, en el que nos presenta índices de las estrategias neoliberales en nuestra economía considerados como inapropiados para un país tan rico como lo es México. Luego de detallar una serie de acontecimientos en la materia, Orozco Alvarado señala: “La conclusión es que para salir del atolladero en que nos dejaron los últimos dos gobiernos panistas, es necesario que el país emprenda un nuevo rumbo; un nuevo modelo de desarrollo en el que el Estado vuelva a tener un papel protagonista en la economía, con apoyos al campo, con créditos baratos, con creación de infraestructura, con impulso de las exportaciones, etc., como se está haciendo ahora en México desde la actual Presidencia de la República. Sólo así, bajo una nueva estrategia de crecimiento volveremos a recuperar nuestras casi dos décadas perdidas”.APUNTEPara evaluar adecuadamente una política pública, es necesario esperar a que la misma sea aplicada y desarrollada durante al menos dos décadas…¿sobreviviremos?r_develasco22@hotmail.com
