La cúpula empresarial agropecuaria de Jalisco sigue enfrascada en disputas de poder por el control y representación de este sector productivo clave en la economía de Jalisco y del País.Primero fue el cisma en el Consejo Agropecuario de Jalisco (CAJ) en el 2020 cuando los más importantes productores agrícolas y ganaderos salieron de la membresía de esa institución inconformes con la permanencia y le negativa de su entonces presidente Jacobo Cabrera de convocar a elecciones para la renovación de la dirigencia.Los detractores fundaron el Consejo de Desarrollo Agropecuario y Agroindustrial de Jalisco A.C. (CDAAJ) desde donde, aseguran, lograron el reconocimiento del Consejo Nacional Agropecuario, que dirige Juan Cortina, como los nuevos representantes del sector en Jalisco ante esa cúpula nacional.El primer presidente de esta nueva organización fue el agricultor cañero y de berris César Iván Silva, quien debió haber sido relevado el pasado 1 de diciembre por Gerardo Cárdenas Barba, aguacatero y primer líder juvenil del CNA, quien resultó electo como nuevo dirigente por unanimidad en la asamblea ordinaria del CDAAJ celebrada el 13 de julio pasado.Eso no sucedió por todos los apetitos de poder que se despertaron en los liderazgos de la nueva organización que trastocaron el incipiente orden institucional de la nueva organización y cayeron en su primer relevo directivo en lo que repudiaron y los hizo salir de CAJ.Lejos de realizar la entrega recepción que obligaban los estatutos para que Cárdenas asumiera la presidencia, el presidente saliente en confabulación con Andrés Canales convocaron a una asamblea extraordinaria para realizarse el 31 de noviembre, un día antes del relevo en la presidencia, para cambiar estatutos y nombrar un comité de honor y justicia (donde se incluía Canales) con poderes por encima del presidente y que le quitaban atribuciones en el manejo de los recursos, del personal y en el diseño del plan operativo de la organización.Pero no sólo eso, el 7 de diciembre volvieron a convocar a una reunión a la membresía donde anunciaron, sin ninguna base legal de por medio, que se volvería a convocar a elecciones, en la que entre otros candidatos se registró el propio Canales, que lo convirtió en juez y parte del conflicto, y apenas el lunes pasado apareció una nueva convocatoria para una asamblea extraordinaria el 8 de febrero en la que quieren echar abajo la elección de Cárdenas, al que no han dado siquiera derecho de audiencia y ya busca la intervención de las autoridades judiciales en defensa de su elección y sus derechos.Por la inminente intervención del Poder Judicial, y pese al silencio que ha guardado el gobierno estatal, cuyo coordinador del gabinete económico, Xavier Orendain, había ya reconocido como presidente electo a Cárdenas, así como por la importancia del agro en Jalisco, esta disputa pasó ya del ámbito de la iniciativa privada a un asunto de interés público del que habrá que estar muy pendientes, para no permitir intromisiones oficiales que validen un claro atropello antidemocrático en esta agrupación empresarial del campo jalisciense.