Las investigaciones en marcha en la Contraloría del Estado, la Fiscalía Anticorrupción y la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ) por las presuntas irregularidades y la presencia de un eventual conflicto de interés en la multimillonaria licitación para el arrendamiento de maquinaria pesada que hizo el Gobierno de Enrique Alfaro, traen nuevamente a colación la oportunidad de autonomía en materia de justicia y Estado de Derecho que se perdió al no haber podido nombrar un fiscal General sugerido por organizaciones de la sociedad civil como era la exigencia del movimiento #FiscalíaQueSirvaJalisco.A reserva de revisar cómo va el cumplimiento en la Fiscalía General de los 22 puntos mínimos planteados por las 50 organizaciones empresariales, académicas y sociales que integraban este movimiento social que perseguía un fiscal autónomo al Gobierno en turno, y que el gobernador se comprometió a cumplir cuando asumió el cargo en diciembre pasado, hoy Gerardo Octavio Solís tiene la gran oportunidad de demostrar que pese a haber sido designado por Alfaro, no es un fiscal carnal, y que respaldará en todo momento en este caso al Sistema Estatal Anticorrupción (SEA), especialmente a la Fiscalía Anticorrupción.Pero sin duda la que más necesita acompañamiento y cierre de filas de sus compañeros y compañeras del Comité Coordinador del SEA es Teresa Brito, la contralora estatal en cuya dependencia se han acumulado al menos cuatro denuncias contra la licitación de renta de maquinaria para el programa “La Refundación ¡A toda máquina! y ayer, la petición del mismísimo gobernador, que por toda la presión social que ha generado este tema, la instruyó para que revisará el caso y transparentara toda la documentación de esta licitación bajo sospecha.Brito tiene una larga trayectoria en temas de fiscalización y contraloría, amplia experiencia y carácter. Pese a los pocos resultados que en general hay en Jalisco y en todo México en materia de combate a la corrupción y a la impunidad, Brito goza de buena reputación y es la única funcionaria que ratificó Alfaro del gabinete de su sucesor.Hoy tiene el grave reto de revisar la más importante y cuantiosa licitación de su jefe el gobernador. A su oficina llegó la primera impugnación de uno de los que pujó por esta licitación, y que la consideró ilegalmente hecha a la medida del empresario Guillermo Romo quien ganó el contrato por más de 3 mil 600 millones de pesos, y quien acompañó al gobernador, en primera fila, en el juego de Los Lakers, en Los Ángeles, California.Tal vez Brito esté en la mayor prueba que ha tenido hasta hoy en su vida profesional. Por eso todos debemos arropar su trabajo para blindarla de presiones y para que encuentre o no irregularidades, su fallo nunca la convierta en una contralora carnala, sino en la prueba de que esa posición, en cualquier ente público, es clave para el futuro de la lucha anticorrupción.jbarrera4r@gmail.com