Comienza el mes de marzo y comienzan las campañas políticas por elegir a los mexicanos que ocuparán los poco más de 19 mil cargos y puestos de elección popular. Desde la más importante que es la presidencia de la República, pasando por ocho gobernadores más el jefe de gobierno de la Ciudad de México. Pasando por los 128 senadores y los 500 diputados federales. Además de cientos de presidentes municipales, diputados locales y regidores.Un total de 95 millones de mexicanos en edad de votar y en posesión de su credencial de elector, están llamados a acudir ese domingo 2 de junio a elegir libremente.Esta elección podría parecer como ya muchas otras en las que los mexicanos hemos participado, pero esta es especial por varias razones. Una de ellas es porque efectivamente estamos ante la encrucijada de señalar cuál es el camino que queremos para el país.Por un lado, el que ha trazado el presidente López Obrador y que se supone que será continuado por su candidata Claudia Sheinbaum y el camino alternativo, representado por la coalición opositora de Xóchitl Gálvez.No hay más. Es una u otra. Si usted quiere desperdiciar su voto, entonces podría incluso votar por el tercer candidato que se supone que aparecerá en las boletas, el representante de Movimiento Ciudadano, un señor llamado Jorge Álvarez Máynez. Es su voto, haga con él lo que quiera.Pero si en realidad entiende lo que está en juego para el país, entonces tiene muy claro que en esta ocasión solo hay de dos sopas: la continuidad de la llamada Cuarta Transformación o el camino alternativo representado por la candidata opositora Xóchitl Gálvez.Es muy probable que ninguna de las candidatas le llene el ojo, ya que tanto Sheinbaum como Gálvez tienen sus detallitos y detallotes. Ningún candidato o candidata será perfecta. He escuchado a muchos jóvenes universitarios que les tocará por primera ve acudir a las urnas, estar en contra de las políticas y resultados del gobierno de AMLO, pero al mismo tiempo, criticar y dudar si votan o no por la señora Gálvez.No hay opción. Es lo que hay. Si realmente usted no considera que México vaya por buen camino, entonces su opción es clara: vote por Xóchitl.Si usted está convencido de que el gobierno de AMLO ha dado resultados y que sus programas sociales son muy buenos para usted, entonces no tiene que pensarla mucho, le guste o no su opción es claramente votar por la señora Sheinbaum.Pero si vota por Sheinbaum para la presidencia, hágame un favor: no vote por Morena para el Congreso. Divida su voto para que así quien tenga el poder no tenga todas las fichas y pueda hacer lo que quiera.Lo que no puede hacer, es no salir a votar. Salga, lleve a su familia y participe.Si lo invitan a ser funcionario de casilla, vaya, involúcrese. Va a perder su domingo, pero va a hacerle un servicio a su país y a todos los mexicanos.En este país, en las elecciones presidenciales, en promedio 4 de cada 10 mexicanos con su credencial para votar vigente resulta que nunca votan.Simplemente no les interesa o de plano, les resulta imposible. Pero ese domingo, por mil y un razones, no salen a votar.No importa lo cerrada o conflictiva que sea la elección. Simplemente no salen a votar.Esperemos que en esta elección, ese porcentaje se reduzca. Que miles de mexicanos que no solían hacerlo, salgan y lo hagan.Vea las campañas, deles seguimiento a los debates, infórmese en varios medios, intente contrastar opiniones. Y lo más importante: vaya y lleve a los suyos a votar.
