Aturdidos por los estruendos de las constantes balaceras entre los sicarios de los cárteles Nueva Generación y de Sinaloa, que tienen ya al menos un par de años disputando el control de esa región de Los Altos Norte de Jalisco, en el imaginario colectivo de los jaliscienses que habitan los municipios de Encarnación de Díaz y Teocaltiche esa es la creencia que cada vez más se comenta entre la población.Aunque muchos se resistían, poco a poco se han visto obligados a renunciar a su tradición de acudir a la plaza principal de cada una de esas comunidades, como pasa en otras muchas regiones del país dominadas por el narco, por el miedo a que en cualquier momento se suelten los rafagazos de los mafiosos. Los testimonios de los que ahí habitan y han visto trastocada la vida cotidiana de sus comunidades, señalan que cuando los enfrentamientos no son en la cabecera municipal, ocurren en las rancherías de estos municipios, donde luego de las refriegas entre las bandas del crimen organizado quedan escenarios como si se tratara de un país en guerra. Un ejemplo son las imágenes vistas el año pasado en la comunidad llamada El Saucito, en Teocaltiche, que eran como de zona en conflicto bélico. Un muerto esposado, una decena de vehículos, cuatro de ellos con blindaje artesanal, con múltiples orificios de balas como la Suburban blanca que dio la vuelta al mundo, ganado muerto y casas incendiadas quedaron como pruebas del suelo sin ley que se disputan los grupos delincuenciales que tienen asolada esa región, en las que circulan caravanas de hasta 20 camionetas con rótulos de cada cártel tripuladas por sujetos armados abriendo fuego contra sus rivales, sin que nadie les ponga un alto.Han sido al menos siete poblados en los que se han registrado ya éxodos de familias huyendo de la violencia entre ellas de El Saucito, Rancho Mayor, Rancho Santo, Los Pocitos, Los García, Agua Tinta y El Rosario, que se trasladaron en su mayoría al municipio de Villa Hidalgo auxiliados por los párrocos de la iglesia de ese lugar.Los últimos sobresaltos de inseguridad se registraron el pasado fin de semana cuando en “La Chona” se dio una nueva balacera que terminó con cuatro autos incendiados en el Centro del municipio, y otra en Teocaltiche en una zona de brechas donde los maleantes volvieron a abandonar un camión con blindaje artesanal, de los conocidos como monstruos. Estos últimos choques, se dieron pese a que desde el 20 de abril, luego de otros episodios de violencia registrados en marzo, autoridades estatales anunciaron un despliegue policial adicional, en coordinación con fuerzas federales, que aunque han generado detenciones, evidentemente no ha inhibido a las milicias del narco, cuyos jefes, son para la sufrida población de esa zona, los que mandan y someten a autoridades y corporaciones policiales.jbarrera4r@gmail.com