Un grupo de 27 medios nacionales, periódicos y televisoras, firmaron la iniciativa “Yo creo en un México mejor” impulsada por la asociación “A Favor de lo Mejor”. Bajo el lema “Queremos poner a México de moda. ¡Queremos buenas noticias!”, la iniciativa consiste en publicar 100 mil historias de mexicanos y mexicanas que sobresalen por su ingenio para resolver conflictos, crear lazos comunitarios o que son un ejemplo positivo. Cualquiera puede proponer perfiles en la plataforma yocreounmexicomejor.mx. La lógica es aprovechar el “poder transformador de la comunicación positiva”, inspirar con narrativas que promuevan nuevas actitudes y reflejen los atributos positivos de los mexicanos y mexicanas. A veces la forma de ver el problema es el problema. Por un lado tenemos un Gobierno que aparta la vista de la realidad. Llama propaganda o apología del delito (AMLO y Alfaro dixit) a los bloqueos, desapariciones, masacres, fosas y el despliegue de fuerza de los grupos del crimen organizado. Pero la difusión en medios es la consecuencia, no la causa de esos comportamientos delictivos. Su magnificación, en todo caso, es producto de una sociedad hipercomunicada que ha multiplicado sus canales de difusión. Pensémoslo así: imaginen que vivimos en 1970, ¿cuántos de estos hechos llegarían a las portadas de los diarios y la televisión? La mayoría. Simplemente porque son más que actos de comunicación o apología del crimen, se trata de fracturas dramáticas y reiteradas del orden legal. Por otro lado, si somos autocríticos, los medios estamos en deuda con la sociedad porque históricamente hemos sido incapaces de mostrar versiones más generosas de nuestra realidad. No significa evadir o negar los problemas que enfrentamos sino diversificar la dieta informativa de los lectores y lectoras. Pienso en las historias positivas que hay afuera y que nadie está contando. Por eso la iniciativa “Yo creo en un México mejor” me parece un esfuerzo que deberíamos incorporar en nuestro ADN como periodistas. Sólo ampliaríamos el espectro de la realidad para enriquecerla. Tras su liberación, Yolanda Sánchez, alcaldesa de Cotija, Michoacán, emitió un mensaje en video y cerró con una frase -la única que, podría asegurar, no le dictaron las autoridades-: “Aquí en mi pueblo somos más los buenos”. Aquí también somos más los buenos. jonathan.lomeli@informador.com.mx