Dos mil diez y nueve nos recibió llena de contaminación y una tracatera como yo no recuerdo otra en mi vida, no sé si se trataba de cuetes o disparos ya que yo no sé distinguir unos de otros aunque creo de ambos habría ya que incluso hubo heridos por balas pérdidas, pero ambas situaciones son graves por sus consecuencias; lo malo del caso es que en esta ocasión diferentes autoridades estuvieron anunciando preventivamente se evitaran estos actos y es eso lo que quiero comentar como preocupante porque nos indica la poca o nula credibilidad que tienen las mencionadas autoridades ante los ciudadanos y lo más grave es que dichas acciones no tendrán, con seguridad, ninguna consecuencia por lo que con autoridades o sin ellas la gente va a hacer lo puro que le de su gana; ante ese escenario creo yo que alguien falló y debe de haber alguna consecuencia o si así lo deciden abstenerse de dar recomendaciones que nada más enfadan y de las que pocos hacen caso.Todos sabemos que por desgracia no hay gobiernos buenos, lo más hay gobiernos menos dañinos que otros, pero buenos, pues habrá habido en la historia del mundo uno o dos, pero nomás, así, esperemos que los actuales gobiernos sean lo menos dañeros que sea posible y de preferencia que sean silenciosos.Por lo demás es época de optimismo y de pensar en realizar lo que consideraríamos mejoraría nuestra situación, aunque casi nadie los cumple porque es muy difícil lograrlo y más bien pocos lo intentan lo que puede causar algún tipo de frustración o deseos de posponerlo para el siguiente fin de año. Entre las promesas más populares está la de bajar de peso que según la OMS no se ha cumplido en el 99.999999% de los casos y es que la verdad es que la comida es rica es la de buscar la flacura a como de lugar tanto que hay quien dice que la gula puede convertirse en virtud. Tolito, que no es muy confiable en materia de definiciones de fe, afirma que el que peca y reza empata, no hay que hacerle caso, pero también dice que en cierta manera la gula se convierte en virtud ya que elimina la lujuria y esto resulta cercano a la verdad, si no me cree cómase un pedazo de carne de los llamados Tomahawk y vea si se le antoja a media congestión realizar algún acto relacionado con la otra carne, así que la gula controlará la concupiscencia.Para no hacerme bolas yo tengo muchos años teniendo como propósitos de año nuevo, y los he cumplido fielmente, a pesar de no estar de moda ni importarme sus consecuencias físicas, los siguientes: el no dejar de comer, no dejar de beber y no dejar de fumar y leer algo de Monsiváis que es en lo único que he fallado, por lo que ruego a todo aquel que pueda concederme la fuerza para realizarlas.@enrigue_zuloaga