El optimismo es parte esencial del ser humano, y cada ciclo es ocasión para manifestarlo. La llegada del año nuevo nos recuerda precisamente esa condición que ha inspirado, a lo largo de la historia, grandes utopías que remarcan las capacidades positivas del ser humano. Una de las más notables es "La Nueva Atlántida" de Francis Bacon, escrita a principios del siglo XVII. En esta obra se manifiesta un optimismo respecto al progreso, esa idea nacida en la modernidad que busca significar la mejora continua de las condiciones sociales mediante el uso de la ciencia y la técnica. La esperanza es el motor que impulsa a la comunidad de Bensalem, pero esa esperanza está centrada en la ciencia aplicada al bien común. Esa seguridad en el progreso, que genera bienestar entendido como un conjunto de condiciones personales y materiales, eleva a los hombres hacia la perfección moral mediante el conocimiento orientado al perfeccionamiento de la condición humana.En esa narración, México es llamado Tyrambel, un lugar ubicado lejos de aquella comunidad perfecta dedicada al cultivo superior de lo humano, "un reino arrogante de armas y riquezas". Ahora, al inicio del año 2025, vale la pena recordar aquella utopía en la que todos los habitantes de Bensalem compartían un optimismo basado en la capacidad de la razón para superar cualquier desafío. Ese optimismo era un antídoto permanente y eficaz contra el desánimo.El Año Nuevo en Tyrambel merece comenzar precisamente con un optimismo razonado sobre nuestra capacidad para construir una sociedad mejor que la que hemos recibido de nuestros mayores. A pesar de las circunstancias que en ocasiones nublan el horizonte, los habitantes de Tyrambel han demostrado, a lo largo de siglos de historia, su capacidad para seguir el camino del progreso y mejorar las condiciones de vida. La historia de México está llena de ejemplos de resiliencia, creatividad y solidaridad que nos han permitido avanzar, incluso en los momentos más difíciles.Hoy, las oportunidades para seguir los pasos de los habitantes de Bensalem son enormes, gracias a las condiciones que hemos alcanzado a lo largo de nuestra evolución histórica. Aunque estamos lejos de la utopía de Bacon, nuestra sociedad siempre ha estado impregnada por el entusiasmo y la alegría que nos caracterizan. Este es el momento de reconocer que contamos con los recursos, el talento y la voluntad para transformar a Tyrambel en un lugar donde la ciencia, la cultura y la justicia social sean pilares fundamentales.Con esa alegría, en la que caben los colores, sabores y emociones compartidas, es momento de abrazar el optimismo y desearnos a todos que el año que comienza nos permita avanzar en la ruta de convertir a Tyrambel en un México mejor. Un México donde reinen la paz y la concordia por encima de la envidia y el egoísmo destructivo que Bacon critica tan sutilmente en su obra. Construyamos juntos un futuro en el que la razón, la solidaridad y la esperanza sean las guías para enfrentar los desafíos y alcanzar nuevas alturas.Que este año nuevo sea un recordatorio de que el progreso no es un destino, sino un camino que se recorre con optimismo, trabajo y fe en nuestras capacidades. Tyrambel puede y debe ser un ejemplo de que la humanidad, a pesar de sus imperfecciones, siempre puede aspirar a lo mejor de sí misma.
