Martes, 26 de Noviembre 2024

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Alzheimer en Palacio o capricho de destruir

Por: Daniel Rodríguez

Alzheimer en Palacio o capricho de destruir

Alzheimer en Palacio o capricho de destruir

Luego de dos infructuosos intentos por ganar la presidencia -2006 y 2012- Andrés Manuel López Obrador al frente de la alianza Juntos Haremos Historia logra en 2018 ganar la elección, al grado de conseguir un total de votos superior a los logrados en conjunto por los otros tres candidatos en la contienda presidencial.

En aquel entonces se consideraba como una elección histórica, porque era la primera ocasión que un candidato de izquierda llegaba a la presidencia, además de obtener una amplia mayoría en el Poder Legislativo. A nivel internacional se reconoció el proceso electoral mexicano y el organismo que lo encabezó (el INE), sobre todo por el pesimismo que había de que pudiera lograrlo un partido recién formado, prácticamente, y la desafección que significaba hacia los partidos tradicionales, lo cual modifica el panorama político mexicano. Era la confirmación del fortalecimiento de la democracia mexicana. !Histórico!

Cuatro años después, a pesar de que el Instituto Nacional Electoral (INE) ha continuado cumpliendo cabalmente y con pulcritud con su función en los procesos y consultas que ha tenido a su cargo, el presidente quiere ‘reconstruir’ el organismo, acusándolo “estar controlado por conservadores”, y dice que la reforma que propone es “para que haya democracia. Lo que no queremos es que continúe este sistema corrupto, antidemocrático, que esté en poder de los conservadores, porque son capaces de hacer un fraude como ya lo han hecho”.

Posiblemente el presidente sufra de aquello que científicamente se describe como que “los mensajes químicos, llamados neurotransmisores que permiten que las células no puedan enviar las señales adecuadas a las otras partes del cerebro, se afectan las células” y que esa condición de la persona sea calificada por la ciencia como efecto Alzheimer.

El presidente no se acuerda que hace 52 meses -1 de julio de 2018- el proceso democratico organizado por el INE lo llevó a recibir la banda presidencial y estar sentado cómodamente en la ‘silla imperial’ de Palacio Nacional, que además lo hizo su domicilio particular.

“Quien iba a decir, el que pedía democracia a los cuatro vientos, es quien anda entrándole al juego sucio con esta tramposa propuesta. Nos quiere vender su propuesta con el pretexto dizque de ahorrar, pero la verdad es que nos costó más el AIFA (Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles) y Dos Bocas (la refinería en Tabasco)”, dijo en un video en redes sociales el diputado federal Santiago Creel, Presidente del Congreso de la Unión y de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.

Además, como ha pronosticado el Instituto Belisario Dominguez del Senado, la elección por voto popular de consejeros y magistrados -que está contemplado en la reforma- tendría un costo de por lo menos 8 mil millones de pesos, que se contrapone a la política de ‘austeridad franciscana’ que desde Palacio se pregona.

Lorenzo Córdova, presidente del INE -quien se encuentra en Brasil con motivo de la elección presidencial del domingo pasado- opinó que dar luz verde a la reforma electoral es “poner en peligro la construcción política actual que ha dado estabilidad y paz pública al país”, y que sería “poner en riesgo los avances que se han tenido en material electoral”.

Y a la hoguera del tema de la reforma electoral, surge la intromisión de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), quien ayer recomendó al Congreso de la Unión la transformación del INE, organismos al que calificó como un “instrumento de sabotaje de la voluntad del pueblo, que solo ha servido para el mantenimiento de vicios que por años, si no es que por siglos, han manchado nuestros procesos electorales”, cuando su función principal y exclusiva “es velar porque las instituciones del Estado garanticen un recurso efectivo a las víctimas cuando se cometen abusos”, según se lee en la página del Gobierno de México, pero nunca en ser promotor de políticas públicas, como es el caso.

Todo el oficialismo en ‘montón’ se ha echado a cuestas y ha hecho propia la campana de destruir el actual sistema electoral -que está demostrado que no ha fallado y es reconocido por peritos internacionales en la materia- cuando estamos ya metidos en las ilegales ‘precampañas’ presidenciales. Sería el peor error que se pudiera cometer y obvia decir del riesgo que corre nuestra democracia que tanto esfuerzo ha costado. ¿Usted, qué opina?

daniel.rodriguez@dbhub.net

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