El último y nos vamos a votar.El último debate presidencial tuvo otra vez de todo, pero mucho de lo mismo que vimos en los dos ejercicios anteriores. Andrés Manuel López Obrador, más que confiado, se le inflamó el pecho cuando dijo que iba 30 puntos arriba en las encuestas y hasta se dio el lujo de nombrar a miembros de su gabinete.José Antonio Meade nomás no terminó de prender. Con frases de spot —“cancelar la reforma educativa es cancelar el futuro de tus hijos”— apostó por atacar a Andrés Manuel para intentar cerrar la elección, pero lo que cerró fue su futuro en Los Pinos.Ricardo Anaya, sin despojarse de esa sonrisita forzada a la que nos acostumbró, planteó al fin de manera frontal que metería a la cárcel a Enrique Peña Nieto y a Meade. Una promesa que llega tarde cuando los “buitres” de la derrota ya vuelan en torno a su cadáver.Y Jaime Rodríguez “El Bronco” pasó a la historia como el primer “chiste independiente” de México. Nos deja el enorme reto como país para evitar que el analfabetismo funcional llegue tan lejos como, por ejemplo, a una contienda presidencial. ***Mientras los grillos se concentran en la recta final de las campañas, algunas cosas se están moviendo en el Congreso local.Los diputados dieron entrada a una solicitud del gobernador para modificar cláusulas del crédito de tres mil 800 millones de pesos, aprobado en 2015 para obras y para la compra de vagones de la Línea 1 del Tren Ligero.El mandatario pidió autorización para modificar el destino de la inversión en algunas de las obras comprometidas, pero no aclaró cuáles.Se acerca el fin de la administración estatal y ya son al menos tres las solicitudes presentadas por el gober sobre el manejo de las finanzas públicas… ¿querrá cuadrar números y ordenar la casa antes de irse?En el Legislativo las propuestas se discutirán hasta que pase la votación y se tenga certeza de qué color será la próxima administración.