Más temprano de lo que se esperaba, el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) inició su búsqueda de los diputados con precio, en específico a los del PAN-PRI-PRD, que formaron el bloque opositor, pero también alguno de los 23 que tiene el partido Movimiento Ciudadano, para buscar los 56 votos que le faltan en la Cámara de Diputados para que le aprueben su iniciativa que revierta los cambios que se dieron en la Ley de Energía Eléctrica con la reforma energética aprobada en el pasado sexenio del priista Enrique Peña Nieto.Como se sabe, en la 65 Legislatura federal que inició el pasado 1 de septiembre, el bloque de los aliados de la 4T quedó con 278 de 500 escaños (198 de Morena, 43 del Partido Verde y 37 del PT) mientras que la oposición se quedó con 222 curules, 199 pertenecen al bloque opositor (114 del PAN, 70 del PRI y 15 del PRD) y el resto al partido MC.Para el tema de la controvertida reforma energética, con la que el gobierno de la autollamada cuarta transformación busca volver a privilegiar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) frente a los inversionistas privados que entraron al negocio de la generación eléctrica con la reforma energética del sexenio peñista que quieren derogar, AMLO parece contar con su bancada completa y la lealtad de verdes y petistas.Es claro que el Presidente a los primeros que ha puesto en su mira para tratar de sumar los primeros votos extras en San Lázaro es a los integrantes de la fracción priista que encabeza el líder nacional priista Alejandro Moreno “Alito”, quien a diferencia de la senadora Claudia Ruíz Massieu, no ha cancelado la posibilidad de que el PRI vote a favor de esa reforma que ya puso nerviosos a los inversionistas extranjeros que invirtieron por los cambios realizados en la política energética de México con las reformas de la administración pasada. Esta misma semana, tanto la Coparmex como una asociación que aglutina las empresas transnacionales del ramo energético con presencia en México hicieron un pronunciamiento para manifestar su oposición a los términos de la reforma que quiere la 4T y que consideran regresiva y violatoria de las cláusulas que sobre la materia se acordaron en el Tratado Comercial de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).En Morena, en tanto, hay confianza que el discurso “nacionalista” de López Obrador logre convencer a varios diputados priistas de acompañar la reforma del Presidente, luego que desde su rueda de prensa mañanera los arrinconó al referir que las y los diputados priistas están ante la oportunidad y la disyuntiva de reivindicarse como “cardenistas” o seguir bajo el estigma “entreguista” del “salinismo”.Veremos si por el bien del país, el bloque resiste y no se repite la hegemonía parlamentaria absoluta que mantuvo Morena y sus aliados en la pasada legislatura federal donde echaron a andar la aplanadora como en los más rancios y autoritarios tiempos priistas y panistas.La ausencia de debate parlamentario y la aprobación a contentillo absoluto del Presidente degrada la vida democrática del País al supeditar el Poder Legislativo a los designios del Ejecutivo borrando todo contrapeso.La alianza antiAMLO, pues, está ya bajo prueba y pronto se verá de qué está hecha.jbarrera4r@gmail.com