El pasado 18 de febrero el Parlamento del Reino Unido publicó su reporte final sobre “Desinformación y Fakenews”, un trabajo realizado en el seno de la comisión denominada Digital, Cultura, Medios y Deportes. El reporte comprende el trabajo realizado por dicho comité de parlamentarios y expertos, y las sesiones de trabajo que realizó de 2017 a 2019.Se trata de un documento que analiza con profundidad la mecánica y la operación de plataformas en el mundo digital (Facebook y otras), desde la perspectiva de los derechos de privacidad de las personas, así como de su comportamiento como consumidores y electores. En el centro del análisis está la preocupación de que las personas pueden ser influenciadas por información falsa en línea o acosadas comercialmente. Una parte central del estudio trata de la injerencia de Rusia en las elecciones del Reino Unido, con la intención de causar confusión y disrupción.El reporte concluye con 50 recomendaciones de política pública y regulación que no tienen desperdicio. Sostiene con contundencia que debe cambiar el marco jurídico en el que ocurre la comunicación digital, con mucha mayor transparencia y responsabilidad de las plataformas digitales para garantizar la veracidad y el tipo de contenido que se difunde. Para ello, sugiere el Comité, se debe tener un código de ética para medios digitales tal y como ocurre en los medios tradicionales. Más aún, los algoritmos con los que se discierne el comportamiento de las personas, deberían ser tratados como información privada. En ese sentido, las plataformas digitales no deberían tener derecho a vender la información del “perfil” de los usuarios y sus hábitos.En otras palabras, nuestro comportamiento debe estar protegido al igual que otros datos personales. ¿Qué más privado que la manera en que actuamos y pensamos? Cambridge Analytica jamás habría tenido la información que utilizó en la campaña de Donald Trump. México debería tomar el ejemplo del Reino Unido y avanzar en esta materia.
