Dicen que en política no hay coincidencia y este parece ser el caso de la reaparición pública del ex gobernador panista Emilio González Márquez, el destape como candidato presidencial que le hizo al actual mandatario Enrique Alfaro Ramírez y que el actual gobierno trate de sacar, “así sea a chingadazos”, varios de los megaproyectos turísticos, inmobiliarios o comerciales lanzados en el sexenio del primero. Tras encabezar uno de los gobiernos estatales más mediocres (y vaya que hay tela para cortar) el ex gobernador panista Emilio González se retiró de la vida pública por más de una década. En la elección del pasado mes de junio reapareció como asesor electoral de la candidata del Partido Acción Nacional (PAN) al gobierno de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván. Tras ganar la elección en aquel estado, el ex gobernador de Jalisco fue designado delegado especial en Quintana Roo por la dirección nacional panista el pasado 4 de agosto.Y hace dos semanas volvió a opinar sobre los asuntos políticos de Jalisco en una entrevista en el programa En tela de juicio, conducido por los colegas Becky Reynoso y Gabriel Ibarra. A pregunta expresa de este último, Emilio González se desvivió en elogios hacia el actual mandatario y dijo que veía a Enrique Alfaro como candidato a presidente de la república en las elecciones de 2024. Dijo que debería ser el candidato de Movimiento Ciudadano y que el PAN debería sumarse a una eventual alianza encabezada por el gobernador de Jalisco. Este espaldarazo no debería sorprender. Los enterados de la política profesional en Jalisco recordarán que el éxito de Enrique Alfaro como presidente municipal de Tlajomulco (2009-2012) en buena medida se debió al apoyo político y presupuestal que recibió del gobierno del estado que encabezaba Emilio González. Y a más detalles, es más que sabido que Emilio González dio la espalda a su partido y apoyó a Enrique Alfaro como candidato a la gubernatura en julio de 2012. Nueve años después ahora Emilio González se convierte en coordinador de facto de campaña de Alfaro a la presidencia de la república en 2024.Y como dije al principio, ahora por coincidencia varios de los negocios que se anunciaron o arrancaron en el gobierno de Emilio González, vuelven a empujarse por el actual gobierno. Uno de ellos es la Villa Panamericana, el controvertido edificio que sirvió para albergar a los atletas que vinieron a competir en unos onerosos Juegos Panamericanos organizados por el gobierno panista hace diez años.Contra todas observaciones de los especialistas, urbanistas y activistas de que no era sensato construir un complejo inmobiliario en la zona de El Bajío, por los daños ambientales que provocaría, el gobernador panista se empeñó en levantar el inmueble en la zona. Diez años después, y con el visto bueno del gobierno de Alfaro (por más que se diga que es una decisión del gobierno de Zapopan) una inmobiliaria ya está publicitando y vendiendo departamentos en el complejo denominado Avaterra. Otro megaproyecto anunciado en el gobierno de Emilio González que ahora se vuelve a retomar es el complejo turístico, inmobiliario y comercial de Chalacatepec en la costa, que ocurrentemente el entonces gobernador llamó el “Nuevo Cancún”. Acompañando este proyecto, se retoma la construcción de un aeropuerto cercano a Chalacatepec que en la práctica es un subsidio del gobierno (es decir dinero de todos los jaliscienses) para turistas ricos, pues sería sobre todo para aviones y jets de sectores de altos ingresos. Un negocio inmobiliario más que nació en el sexenio de Emilio González Márquez es el llamado Iconia y que en el origen se llamó Puerta Guadalajara, en un terreno destinado originalmente para un gran parque público. Si bien el cambio de uso de suelo lo dio el gobierno tapatío que encabezaba Alfonso Petersen, todo el proyecto de reorganización del territorio en torno a Huentitán y la barranca, viene del gobierno de Emilio González Márquez. La presa El Zapotillo, si bien es un proyecto federal, el ex gobernador panista fue uno de los principales impulsores y curiosamente desde hace un año Enrique Alfaro volvió a insistir y presionar para que la presa se pusiera a funcionar a 105 metros, tal como originalmente se propuso en el sexenio del panista.Todos estos son los negocios que se gestaron en el sexenio de Emilio González y que ahora Enrique Alfaro se muestra como decidido impulsor. Y solo por coincidencia, además, conviene recordar que tanto Emilio González como Alfaro tienen como adversario atravesado al grupo político que controla la Universidad de Guadalajara desde hace 32 años, con Raúl Padilla López a la cabeza.
