En las dos últimas dos semanas ocho incidentes han provocado que aviones de la compañía aérea United Airlines de Estados Unidos aterrizaron de emergencia o tuvieron que desviar su ruta para descender en otro aeropuerto que no era su destino. De acuerdo con un reporte publicado ayer por The New York Times, los casos no registraron víctimas ni lesionados, pero sí han “prendido las alarmas” en las autoridades aeronáuticas.Los incidentes recientes iniciaron el pasado 4 de marzo en el aeropuerto George Bush de Houston, Texas, donde un avión realizó un aterrizaje de emergencia después de que uno de sus motores se quemara aparentemente por culpa de una envoltura de plástico (?); el dia 7, un avión que despegaba de San Francisco perdió una llanta durante el despegue; el dia 8, en Houston, un avión se salió de la pista, rompiéndose parte del tren de aterrizaje; ese mismo día un avión de San Francisco con destino a la Ciudad de México, fue desviado a Los Ángeles por problemas en el sistema hidráulico’ el dia 9, un avión que salía de Chicago tuvo que regresar por problemas de mantenimiento; el día 11, en Sydney, Australia, el aparato regresó minutos después de haber despegado por una fuga hidráulica; el día 14, otra fuga hidráulica se presentó en Airbus 320 por lo que regrese de manera abrupta; ese mismo día, un avión que había salido de San Francisco tuvo que aterrizar de emergencia en Oregon por la falta de un panel externo.De todos los incidentes, en cinco están involucrados aviones de la compañía Boeing, que se encuentra bajo intenso escrutinio desde el pasado mes de enero cuando un aparato 737 Max 9 de Alaska Airlines perdió una de sus puertas, aparentemente por la falta de algunos pernos.Las autoridades de aeronáutica civil de Estados Unidos han iniciado una exhaustiva investigación de los incidentes con United Airlines y otras aerolíneas. Y precisamente es lo mismo que deben hacer las autoridades aquí en México. Y esto lo comento por una experiencia personal del pasado 9 de marzo en el vuelo 952 de Volaris entre Guadalajara y Fresno, California. Para comenzar, un ruido extremadamente inusual -aparentemente en los sistemas hidráulicos de la aeronave- en el recorrido de la plataforma a la cabecera de despegue, que lo deja a uno pensando -rezando- sobre las condiciones del aparato. Y para complementar, las condiciones interiores del Airbus 320, seguramente uno de los aviones más viejos de la flota: Casi todos los asientos desgastados -algunos razgados-; parte de la alfombra del corredor en pésimas condiciones, las canaletas de plástico que cubren las uniones metálicas en el piso en las salidas de emergencia estaban en malas condiciones o despegadas; por lo menos dos asientos -que son los vi permanentemente- con cables o cordones sueltos que colgaban de la parte inferior; un marco de la puerta del equipaje de mano completamente desprendido, así como uno de los anuncios promocionales en una de las misma puerta del equipaje a punto de dsprenderse. Total, un desastre de aparato en lo que se refiere al mantenimiento.Volaris, quien acaba de cumplir 18 años en el aire y que acaba de añadir dos aviones Airbus 321 neo a su flota, para alcanzar 132 naves en el servicio y promocionarse como la más grande de México al transportar más de 33 millones de pasajeros el año pasado, debe poner mucha atención en el servicio y atención de sus aviones. Esos aviones, ya no en condiciones apropiadas para cumplir con los mínimos requerimientos de seguridad y menos con rutas al mercado aéreo más grande del mundo, deben ser enviados al “deshuesadero”.Quienes están al frente de Volaris deben analizar y actuar de inmediato en sacrificar rutas y ganancias -si es necesario- a favor de la seguridad de los pasajeros y poniendo en servicio solo aquellos aviones que cumplan con todas las medidas de confort y seguridad.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguezdaniel.rodriguez@dbhub.net