El Código de Procedimiento Penal de Texas, en su capítulo 17, fracción 033, habla del derecho que tiene un detenido a quedar en libertad bajo fianza “si no hay causa probable encontrada por el magistrado (juez) con veinticuatro horas por delito”. Y en base a esa ley Timothy George Simpkins, el estudiante de 18 años que el miércoles entró a la secundaria en el condado Tarrant de ese estado donde estudia y abrió fuego, dejando dos personas heridas de bala y otras dos con heridas no especificadas, salió bajo fianza sin ni siquiera pasar un día tras las rejas.“...La causa probable” existió. Hubo una agresión deliberada con arma de fuego y cuatro personas resultaron lesionadas. Los familiares del agresor argumentaron que a Timothy constantemente le quitaban su dinero y había sido ''amenazado, golpeado y hostigado”, además que las autoridades escolares no hicieron nada por el acoso que sufría. Pudo haber sido la causa de la ira para tomar venganza, pero de ninguna se justifica la manera en que procedió.Lo que sorprende, es que las autoridades no tomaron el tiempo necesario -por el tipo de delito que se cometió y que pudo llegar a ser una masacre-, que pudieran esperar por lo menos las 72 horas de rigor, para hacer una evaluación del estado mental del agresor y cerciorarse de que está en condiciones de salir a la calle bajo fianza y que no pueda ser protagonista de otra agresión de esa naturaleza.Y el problema no es nuevo y crece todos los años en Estados Unidos, por lo que más sorprende que los legisladores estatales o la misma legislación federal no metan las manos en el asunto y hagan las reformas necesarias, para que la ley sea más estricta con quienes cometen este tipo de delitos.Gun Violence Archive, -organización sin fines de lucro que rastrea y registra todos los incidentes con armas de fuego en el país vecino-, define un tiroteo masivo como “un incidente en el que cuatro o más personas reciben disparos, excluyendo al agresor”. Mientras que el Servicio de Investigación del Congreso define un tiroteo “donde hay cuatro o más víctimas”.Bajo los anteriores criterios, las balaceras son ‘el pan de cada día’. Solamente en este año en territorio estadounidense se reportan ya 471 balaceras, que han dejado 482 muertos y 1931 heridos. Por lo que se refiere a los centros escolares, desde 2018 a la fecha se han registrado 81 balaceras, 22 de las cuales solo este año.Es una de las grandes asignaciones que tienen las legislaciones estatales y federal para que, primero, se haga justicia; segundo, que se castigue a los responsables, y tercero, asegurarse de no dejar en libertad a un agresor apresuradamente, como fue el caso de Timothy, y se corran riesgos que después se puedan lamentar.¿Usted, qué opina?