Con la muerte del ex rector de la Universidad de Guadalajara, Enrique Javier Alfaro Anguiano, se va quien cerró la etapa del dominio político del conocido como grupo Uni-FEG, por la influencia y el control que desde la entonces temida organización estudiantil se ejercía en la máxima casa de estudios de Jalisco y viceversa.El fundador de este grupo fue Carlos Ramírez Ladewig, asesinado en 1975 cuando aspiraba a la gubernatura del Estado, y quien desde 1967 había decidido residir en la Ciudad de México, compartiendo el liderazgo del grupo Uni-FEG, con su hermano Álvaro. Luego de graduarse como abogado en ese mismo 1967, el padre del gobernador saliente de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, se convirtió en presidente de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG). Le tocó como dirigente el movimiento estudiantil de 1968, y cuando se vivió la mortal represión de estudiantes en la Plaza de Tlatelolco el 2 de octubre de aquel año. Incondicional a los gobiernos priistas en turno de aquella época, la FEG, lejos de solidarizarse, reprimió las marchas y paros que organizaron estudiantes libres de Jalisco en protesta por la muerte de muchos de ellos en la noche de Tlatelolco. El premio del gobierno a la FEG por esa traición al movimiento estudiantil y el premio Honoris Causa de la UdeG al Presidente Luis Echeverría en 1975, fue la entrega del predio donde se levantó el edificio de la FEG, a espaldas de la Normal, y que fue demolido hace casi diez años luego de que los últimos lideres fegistas ordenaron ahí dentro un multihomicidio. Luego de estar al frente de la FEG, Alfaro Anguiano tuvo cargos administrativos y docentes en la UdeG, hasta que se convirtió en rector en 1983. Fue en su rectorado donde empezó a surgir la figura del finado Raúl Padilla López, quien también había sido presidente de la FEG y fue nombrado director del Departamento de Investigación Científica y Superación Académica (DICSA). Desde ahí construyó su camino a la rectoría para suceder a Alfaro Anguiano.En 1989 no sólo vino una ríspida sucesión rectoral que los separó para siempre, sino que vino el fin del grupo Uni-FEG que dirigía Álvaro Ramírez Ladewig, para dar paso al grupo UdeG, que lideró hasta su muerte el año pasado. Esto influyó para que el ex rector Alfaro Anguiano se alejara de la Universidad que dirigió, al grado que su hijo Enrique estudió su carrera de ingeniería en el ITESO.Las diferencias entre Alfaro padre y Padilla, siempre marcaron la carrera política de Alfaro hijo en su relación con quien fuera el líder del Grupo UdeG, con quien tuvo siempre una relación pendular de alianza y conflicto según dictara su pragmatismo político, pero que por su enfermedad ya no pudo atestiguar de cerca el ex rector.Descanse en paz Enrique Alfaro Anguiano, con quien tuve oportunidad de platicar en varias ocasiones de estos y otros episodios de su vida pública.jbarrera4r@gmail.com
