El 11 de abril de 2012, en aquel entonces en su calidad de candidato a la presidencia de la República por la coalición Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador dijo durante una conferencia de prensa, “en materia de seguridad, el gobierno se guiará bajo el principio de que nada al margen de la ley y nadie por encima de la ley. No se perseguirá una banda para proteger a otra, se aplicará la ley por parejo y no habrá impunidad. La paz y la tranquilidad son fruto de la justicia. La república amorosa es honestidad, es justicia y es amor. En el caso que nos ocupa de la violencia y de la inseguridad pública, podemos resumir: Abrazos y no balazos”.Fue la primera ocasión en que López Obrador mencionó de manera oficial su ‘histórica’ frase que ha sido su bandera filosófica como método, protocolo o sistema para acabar con la violencia y la inseguridad. Casi diez años después, ya como presidente y con tres años en el camino de su administración, la frase continúa repitiendo y sonando, pero no se ha arreglado nada, por el contrario, las cosas están peor.Sin embargo, a los “abrazos y no balazos” a partir de esta semana debemos agregar otro elemento a la receta que será pieza fundamental en el argumento para terminar con los ríos de sangre y miles de víctimas: ¡Los libros!La primera dama del país, académica y escritora Beatriz Gutierrez Muller, dijo que “leer para la paz. Hoy son los libros las armas poderosas que tiene una nación para vivir en paz”.Y estableció durante ‘Fandango de Lectura’, que es parte de la Estrategia Nacional de Lectura en Ciudad Obregón, Sonora, que “ningún lector es un agresor, de modo que a todos los agresores y a los que violentan la paz de las personas, de las familias y de la nación, les decimos, toma un libro, deja de hacer lo que haces y toma un libro”.Así que no nos extrañe, que a las innumerables funciones que tienen los elementos del ejército mexicano, ahora se les dé el encargo de que se pongan a repartir -a diestra y siniestra- millones de libros en todos los rincones del país, con la esperanza de que con este nuevo elemento de combate la violencia termine, porque con los protocolos que hasta el momento se han aplicado no han dado resultados.La dama de Palacio Nacional pidió “tregua por favor, porque lee, lee, para que no ataques a nadie”.Así que, más abrazos y leer libros, y que Dios nos agarre confesados. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net