Tras 18 años de gobiernos de Acción Nacional, Aristóteles Sandoval Díaz se imaginó un glorioso regreso del PRI con un Gobierno que pretendía ser recordado por el bienestar para la población y por una economía de la innovación.Pero en lugar de eso, el Gobierno de Aristóteles Sandoval será recordado por un hecho infame: los tráileres con cuerpos sin identificar paseando por la Zona Metropolitana de Guadalajara.Es un episodio que reveló la crisis del sistema forense, y detrás de esta crisis la oleada de asesinatos dolosos y la desaparición de personas ocurridas a lo largo de esta Administración. Todo esto nos indica que vivimos un sexenio de guerra en Jalisco en el periodo de Aristóteles Sandoval.Las cifras son de espanto. En el sexenio del panista Emilio González Márquez se registraron 4,719 homicidios dolosos. El Gobierno priista que hoy llega a su fin, terminará con cerca de 7,400 crímenes violentos. Significa 56% más homicidios que el sexenio anterior.Un ritmo semejante de aumento registraron las denuncias de personas desaparecidas. Al final de su sexenio, la Fiscalía suma seis mil reportes de desaparecidos, casi el doble de la contabilidad de la Secretaría de Gobernación. Lo más grave es que el número de desaparecidos aumentó al final del sexenio, en lugar de disminuir, esto a pesar de la creación de la Fiscalía de Derechos Humanos, Fiscalía Especial para Búsqueda de Personas Desaparecidas y de la Comisión Estatal de Búsqueda. En el primer año de este Gobierno se registraron 569 desaparecidos, es decir, 1.5 diarios; en este año se registran más de 1,200 desaparecidos, es decir, casi tres desaparecidos al día.Pero así como el Gobierno de Aristóteles Sandoval fue incapaz de contener y reducir los asesinatos y las desapariciones, de la misma forma se mostró incompetente para resolver el desafío forense que implicó el aumento de la guerra.El episodio de los tráileres con cuerpos errantes demostró que existe una crisis forense de grandes dimensiones al revelar que en la morgue estatal se han acumulado casi tres mil cuerpos sin identificar desde 2006 (según un reportaje de Darwin Franco en Zona Docs:https://zonadocs.com/fosasitinerantes/), al tiempo que hay miles de familias buscando a sus hijos.Para completar el cuadro de la guerra, habría que recordar las masacres ocurridas y las fosas y centros de exterminio descubiertos en distintos puntos del Estado.Y la guerra en Jalisco aumentó a pesar de que el Gobierno de Aristóteles Sandoval contó con más recursos humanos y financieros para las fuerzas de seguridad estatales, y de sus declaraciones de que hacía todo lo posible para contenerla.Falta preguntarse y revisar más a fondo por qué aumentó la guerra en este periodo en Jalisco. Según el Gobierno de Aristóteles Sandoval, este incremento de la violencia se debía a la disputa de la “plaza” por dos cárteles del crimen organizado.Sin reconocer que existen estas disputas, esta “explicación” terminó por convertirse en una justificación y evasión de la responsabilidad de la acción estatal. Para el juicio histórico, habría que preguntarse por qué este Gobierno fue ineficaz o negligente para enfrentar la guerra, y preguntarse a qué intereses sirvió toda esta violencia organizada que llegó a su pico en el Gobierno que hoy termina.
