Algo no está resultando en los cálculos que está haciendo el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su obsesión por acabar con el Instituto Nacional Electoral (INE), pese a que ha sido el órgano que ha garantizado la alternancia política en el gobierno de la República en tres ocasiones del año 2000 al 2018, cuando ocurrió la última elección presidencial en la que él ganó luego de tres intentos.En lo que va de la semana han venido pronunciamientos de varios sectores en defensa del INE e incluso encuestas a la población en general que hablan de la gran aceptación al trabajo que realiza el organismo electoral y que iguala e incluso supera la enorme popularidad de López Obrador.En este sentido se extraña el olfato y la gran sensibilidad que tiene el Presidente para seguir y actuar de acuerdo a la opinión de la mayoría de los ciudadanos, que en este caso están en contra de su iniciativa para hacer una reforma electoral por considerarla innecesaria e inoportuna, así como una amenaza para la democracia en el país. El último resbalón en la campaña orquestada de la 4T contra el INE vino con la fallida e ilegal encomienda que le encargaron a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y a su militante ombudsperson, Rosario Piedra Ibarra, de embestir contra el árbitro electoral y urgir a la aprobación de la reforma presidencial en la materia como lo expuse ayer aquí. Este pronunciamiento de la presidenta de la CNDH no sólo recibió críticas de muchas voces ajenas a la Comisión sino que fue censurado por las y los miembros de su consejo consultivo que rechazaron la recomendación a favor de la reforma electoral del Poder Ejecutivo. Las críticas de la CNDH al INE, que respaldó el Presidente en su mañanera del lunes pasado, fueron contraproducentes al objetivo presidencial, ya que despertaron las voces de la Iglesia católica y de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en defensa de ese instituto.Al igual que lo hicieron cuando el crimen organizado acabó con la vida de dos sacerdotes y un guía de turistas en la Sierra Tarahumara y llamaron a revisar la política de seguridad del Gobierno de López Obrador, esta vez hicieron aún más de lado la máxima de al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios, y descalificaron en un comunicado de tres cuartillas firmado por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) la iniciativa de reforma electoral. En tanto el presidente de la Coparmex, José Medina Mora, anunció también que convocarán a la defensa del INE por considerar inadecuada y fuera de tiempo la propuesta del Presidente.El INE, pues, tiene poderosos defensores y las simpatías de la población que pueden hacer este duelo más parejero de lo que el Presidente pensaba.