“Entiendo, ellos no pueden ser gobiernistas aun cuando tengan simpatías la mayoría, sobre todo las bases, simpatizan con nuestro movimiento, pero ni modo que ya se acabe su movimiento, no, tiene que mantenerse y nunca van a ser reprimidos, eso ya se acabó, eso es para si regresan los corruptos autoritarios a los que dirige Claudio X. González, pero miren, toco madera, hay una canción de Serrat, toco madera”, ese fue el dulce reproche que le soltó el Presidente Andrés Manuel López Obrador a sus aliados electorales de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), minutos después de que ayer estuvieron a punto de darle un portazo e ingresar a la fuerza a Palacio Nacional a su rueda de prensa mañanera. No es la primera rebelión ni el primer contratiempo que le han provocado al Presidente, pese a haberles devuelto todas sus canonjías y les ha entregado a la Secretaría de Educación Pública (SEP), este grupo magisterial disidente que tiene sus bastiones en Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Tabasco, entidades con los más bajos niveles educativos.Baste recordar cómo el último fin de semana de agosto del 2021, activistas de la Coordinadora retuvieron en su camioneta en dos ocasiones, viernes y sábado, al Presidente en una gira que tuvo por Chiapas, y además organizó movilizaciones en la Ciudad de México, sin intentar irrumpir en Palacio Nacional como ayer exigiendo como siempre, más dinero que manejan en total opacidad sus líderes.Aunque sin duda el Presidente se molestó porque la protesta le impidió llegar a la mañanera que daría desde Chiapas, lo que más le irritó fue que esa falta de respeto hubiera venido de sus aliados políticos a los que había dado 40 diputaciones federales de Morena en 2018, la revocación de la reforma educativa del sexenio pasado que tanto molestaba a la CNTE por quitarles el control de escuelas y presupuestos que manejan a su antojo, y la desaparición del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), un organismo constitucional autónomo que también odiaban por aplicarles exámenes y dar de baja a los que no tuvieran calificación aprobatoria luego de tres oportunidades.Aquella ocasión los encaró, les exigió no chantajearlo y más tarde los llamó provocadores y los acusó de tener intereses ajenos a los de la educación. Ayer ya no les dijo esas verdades, pero sí otras que son innegables. En un tono más que comprensivo con la violenta protesta de la CNTE, el Presidente afirmó que las manifestaciones de esa ala radical del magisterio son por estar mal informados, ya que todas sus demandas se han cumplido. Por eso, con la CNTE López Obrador tiene razón, en detrimento de la calidad educativa de las niñas y los niños de este país, a los que deja de lado para mantener como aliada a la Coordinadora en las elecciones de este y el próximo año.jbarrera4r@gmail.com
