Mucha ha sido la indignación y el coraje que se han manifestado desde muchos nichos de la sociedad sobre la muerte de los dos jesuitas en la sierra de Chihuahua; por ejemplo, la respuesta del Papa Francisco no se hizo esperar: “¡Cuántos asesinatos en México!. La violencia no resuelve los problemas, sino que solo aumenta los sufrimientos innecesarios”, dijo en un Tweet. Y propósito de esta postura desde la cúpula del Vaticano, tampoco se hizo esperar la reacción del Andres Manuel López Obrador (AMLO) desde su púlpito mañanero: “Estamos totalmente de acuerdo, porque hay todavía quienes piensan que la violencia hay que enfrentarla con violencia, el mal con el mal. La violencia genera más violencia”.El Papa Francisco hacía referencia a los problemas directos y reacciones entre los grupos delincuenciales y no en el sentido que el gobierno usará la violencia para meter orden a quienes provocan decenas de muertos todos los días. Sin embargo, AMLO lo interpretó a su manera, lo tergiversa a su conveniencia y se ‘agarró’ de los términos en sentido figurado de la desaprobación Papal para justificar la inacción e incapacidad para combatir al crimen organizado. Simplemente, el presidente se ampara ‘bajo la sotana’ del Papa.Y la respuesta a la muerte de los jesuitas por parte de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que dijo que “México es un estado fallido”, no es una posición independiente del órgano religioso en México, es una opinión respaldada desde Ciudad del Vaticano y una ratificación a la desaprobación de la manera como se ha manejado la lucha en contra de los carteles y las sangrientas consecuencias que se han tenido.Al presidente hay que repetirle y despacito para que entienda. ¡Nadie, pero nadie! le ha pedido que el gobierno responda con violencia a la ‘guerra’ que hoy vivimos. Lo único que se clama es que se aplique la ley, y quien la infrinja que se le detenga, se someta a juicio y cumpla su sentencia. La ley es la ley, y que no salga con su ‘batea de babas’ con que “a mi no me salgan con que la ley es la ley”, como desacertadamente dijo hace algunas semanas.Que no evada su responsabilidad y compromiso y que se acuerde lo que dijo el 1 de diciembre de 2018 cuando tomó posesión. “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrioticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciese que la nación me lo demande”.Esta es la demanda: Ya ‘chole’ con el repetido tema del “conservadurismo”, con las culpas a Felipe Calderon y con los muchos asuntos que lo tienen intoxicado mentalmente y con lo que quiere distraer la atención. La demanda es que actúe como Presidente de la República y en los términos que dicta la Constitución.¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net