De un modo que no deja de sorprender, dado su postura durante la campaña electoral en 2018, el Presidente Andrés Manuel López Obrador sigue con su ciega defensa de las Fuerzas Armadas y se ha convertido en el Mandatario que más ha protegido al poder militar en la historia reciente del país. Apenas mi colaboración anterior en este diario (11 de octubre) se refería a la defensa del papel de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en torno a la matanza del 2 de octubre de 1968. Ahora nuevamente esta semana sale en defensa de los militares, ahora por las críticas lanzadas por el Mecanismo de Esclarecimiento Histórico (MEH), quienes el miércoles dieron a conocer un pronunciamiento donde denuncian que la Sedena no está cumpliendo el mandato presidencial de abrir sus archivos para indagar la presunta responsabilidad de los militares en hechos represivos graves ocurridos entre 1965 y 1990.Como se recordará, López Obrador emitió un decreto el 6 de octubre de 2021 mediante el cual se creó la “Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990”. El MEH forma parte de dicha comisión y tiene un equipo de investigadores con la encomienda de ingresar, revisar y analizar documentos de los archivos de la Sedena que puedan aportar información y análisis para esclarecer las responsabilidades de los principales hechos represivos cometidos por el Estado mexicano en el periodo referido. Después de meses de entorpecimiento y obstrucción de la información, el MEH emitió un pronunciamiento el pasado 11 de octubre en el que denuncian “públicamente la obstaculización de Sedena en las tareas de consulta de la documentación histórica vinculada a violaciones a los derechos humanos que es resguardada en archivos militares”. Al día siguiente, en su conferencia mañanera López Obrador estalló, y reviró que los mandos militares sí lo obedecen. Así lo dijo: “Hoy leo en el Reforma, ‘a pesar de que el Presidente les ha pedido a los mandos de la Defensa que entreguen toda la información sobre la Guerra Sucia, igual que en el caso de Ayotzinapa, no le hacen caso, no le obedecen. No es cierto’”. El reportero le hizo ver que el reclamo no es del diario sino del MEH, por lo que respondió: “Sí, pero están mal informados, o están desinformando (…) no están hablando con la verdad, porque, primero, a mí me obedecen; segundo, hay, por convicción, la voluntad de esclarecer todo, de no ocultar absolutamente nada (…) Y me consta que han entregado todo lo que tienen en la Sedena”.Pero el MEH se anticipó a la descalificación presidencial y junto con el pronunciamiento emitieron un documento y un anexo donde detallan puntualmente (de 38 y 30 páginas respectivamente) las obstrucciones, censuras y negativas de la Sedena para colaborar con la investigación de los hechos represivos del pasado. Citan, entre otros, la negativa de entregar el “Archivo General [78]” que contiene documentos de la COCEI de Oaxaca, así como el expediente del Comité Pro-Defensa de Presos Perseguidos Desaparecidos y Exiliados Políticos. Además de cambio de horarios de consulta, pretextos como descomposturas de copiadoras, claras evidencias de manipulación de expedientes y cambio de carátulas de los archivos. Las evidencias del MEH son inobjetables, por lo tanto, a López Obrador las Fuerzas Armadas no lo obedecen. rubenmartinmartin@gmail.com