Ante la inacción del gobierno federal, diversos gobiernos estatales e incluso alcaldías han empezado a aplicar medidas restrictivas para tratar de frenar los contagios de la tercera ola de la pandemia.Es el caso de Jalisco, que esta semana anunció medidas para limitar la actividad en bares, antros, reuniones, así como restricciones de aforos y horarios en restaurantes, entre otras medidas.Un análisis cuidadoso de las tendencias de los últimos días deja la duda respecto a si este conjunto de medidas va a ser suficiente.Es muy claro que la velocidad de contagio que hemos visto revela que la variante Delta que ya resulta dominante en México tiene una capacidad de transmitirse de una persona a otra, que no habíamos visto durante toda la pandemia.Y además tiene como característica la posibilidad de infectar a un grupo de la población que había estado hasta ahora libre de contagio, al menos de contagio sintomático, el de los menores de edad.Como ha sido la costumbre hasta ahora, la Secretaría de Salud, y en particular el doctor López-Gatell, han desestimado estos riesgos, y con el respaldo del presidente López Obrador, han señalado que no hay margen para cerrar nada de la actividad económica a escala nacional.Es cierto que mientras que el número de contagios está llegando ya a los máximos que tuvimos en enero, los fallecimientos y hospitalizaciones todavía están sustancialmente por abajo. Todavía.No es imposible que con la aceleración del ritmo de vacunación que hemos visto en los últimos días pueda lograrse una contención de los contagios en algún momento del mes de agosto y que las condiciones en el momento del regreso a clases ya sean más favorables.Pero también cabe la posibilidad de que esto no sea así y que al término del próximo mes estemos todavía en una condición crítica en cuanto a la transmisión del virus.Obstinarse, tanto a nivel federal como en el plano estatal, en el regreso a clases presenciales a cualquier costo, puede significar un riesgo muy alto.Parecería mucho más razonable señalar que en el curso de las próximas semanas seguirán haciéndose las evaluaciones pertinentes y que por encima de cualquier otra prioridad estará la protección de la salud y de la vida de los alumnos, maestros, y en general de toda la sociedad.La pandemia nos debió haber dejado ya algunas lecciones muy claras, entre ellas que al buscar que no se afecte no la actividad económica, las cosas pueden resultar al final más graves que si se hubieran establecido restricciones focalizadas.Sabemos que es indispensable que los niños regresen a las aulas pero no es aceptable que se desestimen los riesgos en materia de salud.De entrada, si se quiere que la situación esté más controlada para el comienzo del ciclo escolar, probablemente sea necesario endurecer ahora mismo las medidas restrictivas, aunque eso implique un costo político para el gobierno estatal, pues ya sabemos que a nivel federal nada se va a hacer.Y si no, espérense a ver que dice AMLO cuando el próximo lunes esté en Guadalajara.