En Ciudad Universitaria hace mucho que no le va bien a Atlas, ya sea por las condiciones en las que se disputan los partidos contra Pumas, en domingo al mediodía y a dos mil metros y más de altura sobre el mar, o simplemente por la carencia de suerte. Sin embargo, el duelo de este domingo confirmó que más que tirarse en la hamaca y aceptar la malaria, el equipo siempre debe jugar hasta el último segundo, como lo dicta la condición del rojinegro: in extremis...Si bien no se obtuvo la victoria, se debe felicitar a un equipo que dominó el partido pero que por errores propios tenía el marcador en contra los primeros 45 minutos. Al medio tiempo y con los ánimos caídos, la muchedumbre en la grada y frente al televisor esperaba un cambio, ansiaba una dosis de eso que hace que se siga apoyando a un equipo que en casi siete décadas no ha logrado nada. Ese algo no tardó en llegar; llegó el primer cambio, un presionado Facundo Barceló hizo su presentación en el futbol mexicano ante la salida del atacante Jefferson Duque y las primeras de peligro llegaron, aunque sin la culminación anhelada.Fue el pundonor del capitán Juan Pablo Vigón el que culminó en el primer tanto rojinegro, tras un centro preciso del lateral Irving Zurita; instantes después y tras la expulsión del capitán felino Pablo Barrera, el conjunto de los Zorros supo aprovechar la ventaja numérica y de nueva cuenta, dos de los más criticados hasta el momento sacaron la casta y pusieron el marcador en instancias iguales pasado el minuto 90.Si bien pudo ganarlo, para Atlas dejó una sensación positiva el empate debido a que hacía ya mucho el equipo no se reponía de ir con la ventaja en contra, o al menos no por dos goles. Y lo más emotivo quizá, comentan algunos, fue la sensación de que esos finales cardíacos han regresado de alguna manera. En la cancha del estadio de CU no se rindieron los elementos que tuvieron la oportunidad de defender el uniforme rojinegro, entonces fluorescente, y rescataron un punto que de momento los tiene en zona de Liguilla y que en cierto modo servirá en el tema porcentual el próximo año futbolístico.Y qué mejor, que los héroes del encuentro hayan sido esos nombres tan criticados, que dieron de manera elegante una cachetada con guante blanco, otra de las cosas que a todo aficionado del equipo les gusta. Lo que quieren ver es, me cuentan, honor, talento, sí, talento... Pero sobre todo entrega, compromiso y orgullo de responder por la camiseta.