Para combatir un problema social que crece con rapidez y cobra la vida de muchos estudiantes, el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) acaba de tomar una decisión histórica: Por ley -en las próximas semanas- todas las aulas escolares de las primarias y secundarias deberán de contar con una dotación de Naloxona -también conocido como Narcan-, el medicamento que revierte rápidamente una sobredosis de opioides, sobre todo con fentanilo -que es 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más que la morfina-.De acuerdo con el comunicado, “las muertes por sobredosis se han incrementado de manera alarmante” y se ha detectado fentanilo en presentación de píldoras de colores que se asemejan a un dulce, - conocido como ’Fentanyl Rainbow’- , con el objetivo de llegar a los estudiantes y crear adicción entre niños y jóvenes adultos. De ahí surge la urgencia de implementar medidas extraordinarias.Los últimos datos dados a conocer por el Departamento de Justicia (DOJ) y la Administración para el Control de Drogas (DEA), revelan que en el último ciclo fiscal -en 21 estados de la Unión Americana- se han decomisado cerca de 10 millones de píldoras de colores y media tonelada en polvo de fentanilo, que interpretado como arma mortal puede causar la muerte de 36 millones de personas. Así de grave es el problema.Y México en este asunto tiene mucho que ver. La Comisión para Combatir el Tráfico de Opioides Sintéticos en Washington ha señalado que nuestro país “es la principal fuente de tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos”, donde todos los días mueren un promedio de 300 personas a consecuencias de sobredosis de drogas -66 por ciento de ellas por el consumo del fentanilo ilegalmente producido-.El actual gobierno de México ha hecho un trabajo sobresaliente -dicen autoridades estadounidenses- para detectar y decomisar el fentanilo ilícito y sus análogos, que los cárteles fabrican con precursores químicos provenientes en gran parte desde China. En lo que va de la administración -según los reportes de la Secretaría de Seguridad y Priteccion Ciudadana (SSyPC)-, desde diciembre del 2018 hasta abril de este año se han confiscado casi 4.5 toneladas de esta droga sintética, lo que representa un 814 por ciento más de lo confiscado en los tres últimos años de gobierno de Enrique Peña Nieto.Sin embargo, los esfuerzos se ven reducidos a casi nada por las enormes cantidades de precursores -procedentes de China en gran parte- que ingresan a México y los opioides -que aquí se producen- que continúan cruzando la frontera norte de México ante la enorme demanda que hay de parte de nuestro vecino del norte. Pero el problema no es solo por producirlos y ‘exportarlos’, sino los efectos que también tenemos en nuestro país por la alarmante escalada por el consumo de opioides, según revela la misma Secretaría de Salud (SSA). Así que nuestro problema es doble. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net
