Cada año es lo mismo. Sí, cada 8 de marzo se repite la historia: las manifestaciones color violeta, con miles de mujeres protestando en todo el país; recorren calles y avenidas con música, consignas y carteles, reclamando algo que por derecho debería estar garantizado: la seguridad… Sí, cada año es lo mismo porque cada año la situación de las mujeres es la misma, no mejora, está igual o mucho peor.“Disculpen las molestias, nos están asesinando”.“Somos el grito de las que ya no están”.“Que ser mujer no nos cueste la vida”.Cada 8 de marzo, las manifestaciones dejan huellas a su paso: desde flores a las mujeres policías que vigilan las marchas o abrazos entre las integrantes hasta algunos monumentos rayados e inmobiliario destrozado. Y ahí es donde suele concentrarse la conversación. Ante quienes señalan vandalismo, ellas se defienden y lo llaman iconoclasia, porque aseguran que no se trata de destruir por destruir sino de una forma de protesta con carácter social ante los feminicidios, secuestros y desapariciones, en un país donde a diario asesinan a 10 mujeres, donde el Estado no te cuida o es insensible.“¿Por qué te espantas por las que luchan y no por las que mueren?”“Agradezcan que buscamos justicia y no venganza”.“Nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio”.Las marchas feministas visibilizan el miedo por ser mujer, pero también el coraje y la rabia ante la inseguridad y la impunidad. Hasta el año pasado, una cuarta parte de los más de 100 mil casos de personas desaparecidas y no localizadas eran niñas y mujeres, según el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD). Al menos la mitad de los casos de todo el país están concentrados en Puebla, Veracruz, Estado de México, Ciudad de México, Colima, Jalisco, Nuevo León y Guerrero. Se estima que cada año en el país hay dos mil mujeres más desaparecidas.“Dime “feliz día” el día que no tenga que avisar que ya llegué”.“No se celebra, se lucha”.El Día Internacional de la Mujer no se celebra, se conmemora y tampoco se felicita, se reflexiona. El 8 de marzo es una fecha para visibilizar las desigualdades de género, y surgió de los movimientos sociales de mujeres para mejorar las condiciones laborales, exigir su derecho al voto y terminar con el trabajo infantil. Pero hasta hoy, las cifras son poco o nada favorecedoras: según el Foro Económico Mundial, tardarán 267 años en cerrarse la brecha salarial y se necesitan aún 135 años para lograr la igualdad de género.“Harta de avisar que llegue viva”.“De camino a casa quiero ser libre, no valiente”.“¿Te cansas de oirlo? Nosotras de vivirlo”.Hay quienes aún se incomodan con las marchas feministas, se molestan y cuestionan las formas de protestar (¿cuándo han funcionado las manifestaciones totalmente pacíficas?), pero estas no terminarán hasta que deje de pasar lo mismo cada año: cuando salir por la noche o subirse a un auto de alquiler no sea un riesgo, cuando compartir la ubicación no sea por miedo a no regresar. Además, ¿quién no saldría a gritar, a quemarlo todo, si a quien desaparecieron, golpearon o violaron es su hija, esposa, amiga, mamá o hermana? Porque la próxima podríamos ser alguien que conozcamos o cualquiera de nosotras, y porque ellas que salen a marchar y manifestarse nos representan a todas, aún sin conocernos. “¡Esta lucha es de todas!”.“Vivas, libres y sin miedo”. “¡Y si desaparezco, quémenlo todo!”Instagram: vania.dedios