Los años de Vacas Flacas del sueño del Faraón, según el Génesis, fueron siete. Los de más penurias para el futbol de Jalisco, en los tiempos recientes, han sido muchos más...Claro: aún hay resuenan por ahí los ecos de la más reciente coronación del Guadalajara, en el Clausura-2017. E independientemente de que los cinco torneos subsiguientes vieron a los dos equipos que siguen representando a la plaza en la Primera División del futbol mexicano, sacar cuentas con más pena que gloria, el hecho es que los tiempos en que Guadalajara, como ciudad, se preciaba de ser “la capital futbolera de México”, por los títulos de las “Chivas” y por los equipos que llegó a tener –hasta cinco— se ven, por el espejo retrovisor, cada vez más distantes. * En lo que va del Siglo XXI, para no ir más lejos, once equipos se han repartido los 38 campeonatos disputados. “Tigres”, América, Santos y Pachuca han ganado cinco; Monterrey, “Pumas” y Toluca, cuatro; León y Guadalajara, dos; Tijuana y Atlante, uno cada cual.La decadencia del futbol de Jalisco llevó a la crisis que culminó con la desaparición del Jalisco –antes Oro—, los equipos de las universidades (UdeG y UAG) y el Club Guadalajara, y con la venta de la franquicia del Club Atlas. El buen deseo de que la reducción de equipos redundara en incremento de la calidad, se quedó incumplido. * Desde que se implementaron los torneos cortos, el Guadalajara refrendó tres veces el mote de “Campeonísimo” labrado, principalmente, por la generación dorada que consiguió ocho campeonatos entre 1957 y 1970: una en la era en que Salvador Martínez Garza tomó en arrendamiento la franquicia; dos desde que Jorge Vergara la adquirió en definitiva.El Atlas, en tanto, ha navegado –con más pena que gloria, reiterémoslo— en las aguas de la mediocridad. Su mejor momento ocurrió cuando disputó con el Toluca la final del Verano-99. El resto ha sido una sucesión interminable de buenas intenciones –de las que dicen que está empedrado el camino del Infierno— y promesas incumplidas.* Ahora, una vez que los destinos del Guadalajara quedaron en manos de Amaury Vergara –heredero de Jorge— y los del Atlas en las del Grupo Orlegi, se abren nuevos ciclos. Uno, por las contrataciones anunciadas, se interpreta como una gran promesa; el otro –como de costumbre…—, como una incógnita.